Mas da un ultimátum a la CUP: o lo hace president en unos días o convoca elecciones

La sensación de que el acuerdo está cerca planea en el Parlament después de las cesiones del candidato

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No ha habido acuerdo. Artur Mas no ha logrado ser presidente de la Generalitat por la nueva negativa de la CUP a apoyar su investidura. Pero habrá una nueva oportunidad y puede que en esa tercera vaya la vencida. De momento, Mas ha puesto un ultimátum a la CUP: o le hacen presidente en unos días o convoca nuevas elecciones. El presidente en funciones ha hecho esa última oferta después de realizar varias concesiones.

En primer lugar, ha aceptado la fórmula de una presidencia coral que le demandaba la CUP. Mas está dispuesto a ceder buena parte de las competencias presidenciales y ponerlas en manos de tres vicepresidentes fuertes: Oriol Junqueras, que se hará cargo del área económica; Raül Romera, que se encargaría de las relaciones internacionales, y Neus Munté, que se responsabilizaría de los asuntos sociales.

Cuestión de confianza

Además, el president se ha ofrecido a someterse a un examen por parte de la CUP dentro de diez meses. Ese control se articularía a través de una cuestión de confianza, que se celebraría en septiembre y en la que la CUP tendría ocasión de decidir si lo revalida o no como presidente de la Generalitat.

El líder de CDC ya no puede ceder más. Ya se ha humillado lo suficiente. Ahora la pelota está en el tejado de los de la formación de Antonio Baños. El presidente les ha recordado que en una negociación todas las partes tienen que hacer alguna concesión y que ahora es el turno de ceder de la CUP.

La respuesta definitiva en unos días

Su paciencia se está acabando. Así que ha pedido a Baños que le comunique su última palabra en «unos días» y que si la respuesta es de nuevo negativa convocará elecciones. Baños, como ya hizo el lunes en la primera investidura, no ha cerrado la puerta a un acuerdo y ha dado esperanzas a Mas.

Para el líder del partido antisistema, la opción de unas nuevas elecciones no es apetecible. Sabe que su partido podría perder fuelle, pero, sobre todo, es consciente de que podría deshinchare el electorado independentista y mandar al traste todo los avances alcanzados por el secesionismo.

Propuesta «insuficiente»

Baños ha recalcado que, de momento, la propuesta de Mas «es insuficiente», pero ha subrayado que la independencia «está al alcance de la mano» y ha dejado caer que la CUP no desaprovechará esa oportunidad.

Después de los discursos de uno y de otro, de Mas y de Baños, en un Parlament algo menos concurrido que el lunes durante la primera investidura planea la sensación de que habrá acuerdo. De que los de la CUP acabarán por ceder y harán presidente a Mas, quizá con algunas condiciones nuevas.

Consumar el desafío al Estado

Nadie se explica cómo articularán los anticapitalistas ese pacto con su promesa electoral de no investir a Mas ni por casualidad. Ni con la decisión tomada por la CUP en la asamblea del pasado sábado de Perpiñán en el mismo sentido. Pero lo más posible es que den con la fórmula, porque toda apunta a que en unos días Mas será presidente de la Generalitat y junto a los cuperos tratará de consumar su desafío al Estado.

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