Mas ya puede convocar el 9N aunque sepa que no se celebrará

El President logra la aprobación en el Parlament de la ley de consultas que el Gobierno central recurrirá en las próximas horas

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La consulta soberanista del 9 de noviembre ya tiene el amparo legal que deseaba el President Artur Mas. El Parlament aprobó este viernes la ley de consultas, con una mayoría de 106 votos y 28 en contra, con el apoyo de los partidos pro consulta, CiU, ERC, ICV y la CUP, más el PSC, que ha buscado, de nuevo, la cuadratura del círculo: la ley es legal, y sirve para profundizar en la democracia, pero no para celebrar una consulta, que, en realidad, es un referéndum sobre la independencia.

Ese argumento de los socialistas es el que utilizará el Gobierno que preside Mariano Rajoy, aunque el Ejecutivo español recurrirá tanto la ley de consultas como el decreto de convocatoria del 9N, en cuanto el Govern de Artur Mas publique en el Diario Oficial de la Generalitat el texto legal.

El momento de la épica

Y en las próximas horas comenzará el baile. El President Artur Mas es consciente de que se encuentra en el momento culminante del proceso soberanista, en el momento de la épica para los independentistas.

Tras el referéndum en Escocia, y la derrota de los contrarios a la independencia, Mas quiere “seguir adelante”, como aseguró este mismo viernes ante una nutrida presencia de medios anglosajones, que no le dejaban de preguntar si entendía que el ‘no’ de Escocia suponía un duro golpe a sus aspiraciones.

Ese “seguir adelante” puede durar sólo unos días. El Govern decidirá en las próximas horas su estrategia. Mas tiene algo de tiempo. Pero sabe que no lo puede agotar. Entre la fecha de convocatoria y su celebración debe transcurrir entre un mínimo de un mes y un máximo de dos, por lo que Artur Mas podría esperar y convocar el 9 de octubre. Demasiado tarde.

Guardar las formas

Si el Gobierno recurre la ley de consultas, sin que Mas haya firmado el decreto de convocatoria, ya no lo podría hacer, y todo el proceso soberanista quedaría en nada.

El Govern, por tanto, se inclina, según diversas fuentes, por publicar la ley de consultas y la convocatoria en el DOGC de forma conjunta. La previsión, aunque se podría acelerar, es hacerlo a partir del lunes.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy necesita guardar las formas, aunque ello no le ha impedido al fiscal del Estado, Eduardo Torres-Dulce, reunir a los fiscales de Cataluña, en una operación que el propio Mas ha calificado de “enorme escándalo”, que, a su juicio, ya invalida la decisión que pueda tomar el Tribunal Constitucional.

La cuestión es que Rajoy reunirá a su consejo de ministros para presentar el recurso, pero necesita, previamente, un informe del consejo estado. Y, aunque todo ello se pudiera disponer en sólo un día –este sábado– está a la espera de que la ley se publique en el DOGC, aunque el recurso lo debe firmar Rajoy, y el martes viaja a China. 

Consulta o referéndum

Todo esto son estrategias que demuestran la necesaria gestualidad de la política, y la importancia de los símbolos. Mas quiere ser el primer President de la Generalitat que convoca un referéndum de autodeterminación, aunque se considere que es una mera consulta “para conocer la opinión de los catalanes”, como aseguró este viernes Artur Mas.

Sin embargo, la traducción práctica de todo ello es que Mas sabe que no podrá convocar el 9N. Y que la consulta no la puede autorizar el Gobierno central, aunque Mas insista en que lo que debe primar “es la negociación política, como en el Reino Unido, con Escocia, y no el parapeto de la ley”.

El caso es que los partidos pro consulta votaron en el Parlament una resolución que llevaron y defendieron en el Congreso para pedir al Gobierno central que cediera a la Generalitat –utilizando el artículo 150.2 de la Constitución– la competencia para convocar un referéndum. Si lo pidieron fue porque consideraron que la pregunta –ya acordada cuando la resolución se votó en Madrid– era la propia de un referéndum, y no una encuesta demoscópica.

«Imparables»

El diputado de CiU, y coordinador general de CDC, Josep Rull, defendió la ley de consultas aprobada en el Parlament con afirmaciones muy duras hacia el PP. “Los que combatieron la Constitución española, ahora pretenden destruirla, y no nos dejan votar”. Y añadió: “No pediremos permiso ni perdón, no es ninguna quimera aspirar a construir nuestro futuro. Ha llegado la hora de la libertad y de la democracia, somos y seremos imparables”.

El propio Mas aseguró, cuando salía del Parlament, un “votaremos”, que deja una rendija que sólo él puede conocer. El President ha insistido en las últimas horas que “si la política catalana está a la altura de las circunstancias, y se cree al 100% la idea del derecho a decidir, se votará”.

¿Anticipadas?

Mas no ha querido en ningún momento adelantar las elecciones al Parlament. Ha admitido que, sin consulta, la decisión no estará únicamente en sus manos. Y las elecciones anticipadas podrían ser una realidad. Mas, incluso, podría convocarlas para el mismo 9 de noviembre.

¿Se refería a eso, o tiene otra alternativa?

A pesar de todo, Mas está a punto de cumplir su guión. La ley de consultas ya está aprobada. Y en las próximas horas firmará el decreto de convocatoria de una consulta que no se prevé que se pueda celebrar.

Pero hasta ahí se comprometió a llegar el President.

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