Morabanc y Crèdit Andorrà blanquearon dinero del tráfico de drogas

La Audiencia Nacional andorrana considera probado que ambos grupos centrifugaron "importes masivos" durante años de tres delincuentes españoles

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Morabanc y Crèdit Andorrà también han blanqueado dinero procedente de actividades delictivas. Una sentencia de la Audiencia Nacional andorrana (el Tribunal de Cortes) con fecha del 15 de abril de este año –es decir, en plena crisis de Banca Privada de Andorra (BPA)– considera probado que ambos grupos dieron cobijo al equivalente a unos siete millones de euros en diferentes divisas europeas.

El dinero pertenecía a tres traficantes españoles, originales de Valencia, Zaragoza y Córdoba. El primer banco al que recurrieron los condenados fue Banc Internacional d’Andorra. Hoy está integrado en Morabanc, de la familia Mora. Según el relato de la sentencia, éste era el más permisivo. Los tres ciudadanos abrieron las cuentas numeradas teniendo condenas firmes a sus espaldas.

Blanquearon con condenas en firme

Las sentencias contrarias en España se dieron no sólo antes, sino también mientras los narcotraficantes blanqueaban dinero en Andorra a través de ambos bancos. En concreto, la policía española detuvo al cabecilla de la trama, ERG (natural de Valencia), en 1981. Años más tarde, en 1989, poco antes de recurrir a los bancos del Principado, acabó esposado en Barcelona por tráfico de estupefacientes.

En 1995, siendo ya cliente de la actual Morabanc, fue apresado en Madrid por los mismos delitos junto a FAOG (de Córdoba), su socio y cliente del grupo. La cronología de los hechos evidencia, de este modo, que desde el primer momento en que entraron en el banco de la familia Mora acumulaban condenas firmes; por ejemplo, de la Audiencia Provincial de Barcelona.

La sala les impuso seis años de prisión por delitos contra la salud pública. Se incautó media tonelada de hachís en una sola operación que iba a distribuirse en Europa central. La entidad de las familias Ribas y Reig tampoco detectó, o no consideró, los antecedentes antes de aceptar los ingresos.

Ingresos masivos en una red de cuentas

Las operaciones arrancan el 25 de noviembre de 1994. Aquel día, el acusado con iniciales ERG abrió una cuenta con terminación 018 en Banc Internacional d’Andorra, que se mantuvo operativa hasta 1997. La primera operación que consta en la numerada es un ingreso del equivalente en pesetas a 50.000 euros.

Siguieron otras aportaciones en metálico en florines holandeses, francos franceses y dólares.  Al cambio, más de 800.000 euros. Hubo otras operaciones hasta superar el millón y medio. En 1997, el dinero acumulado por el traficante español se retiró mediante disposiciones en efectivo (1,3 millones) y una transferencia a otra cuenta en la misma entidad. La nueva numerada, con terminación 295, nació con más de 200.000 euros.

Las operaciones con esta referencia duraron otros tres años (hasta el 2000). Se recibieron fondos a partir del 24 de enero de 1997 que embalsaron saldos superiores a los 2,2 millones de euros adicionales. Esta cuenta tenía asociada una caja fuerte (la 778) en la actual oficina de Morabanc de Escaldes-Engordany.

Cajas fuertes

En la misma sucursal abrieron otra cuenta paralela que apenas tuvo un año de vida (entre 1997 y 1998), donde ingresaron el volumen en marcos alemanes equivalente a 259.000 euros. En la numerada terminada en 868 agregaron otros dos millones de euros. El entramado añadía importes menores en otras cuentas del grupo de los Mora.

Las operaciones en Crèdit Andorrà eran prácticamente simbólicas, comparadas con los movimientos trazados en la actual Morabanc. Los acusados llamaron a la puerta de las oficinas de los Ribas en 1999. Abrieron la numerada 923, donde ingresaron 12.000 euros en un primer movimiento. Poco después, reclamaron 9.000 euros en efectivo.

Meses más tarde, el fiscal solicitaba el embargo de los activos, junto a los de Morabanc. En Crèdit Andorrà quedaron atrapados prácticamente 3.000 euros, en las oficinas de la competencia se habían movido más de siete millones. El tercer implicado en las operaciones sistemáticas responde a las iniciales JAMQ (nacido en Zaragoza). Sin embargo, operaba en nombre de FAOG.

Secuestros y deudas pendientes

La Audiencia Nacional andorrana destaca que ninguno de los tres «ha demostrado ningún tipo de actividad lícita que justifique estos extraordinarios ingresos desde 1994 hasta 2013», fecha en la que se activó el juicio. El tribunal no sólo no halló pruebas de la procedencia legal del capital, sino que consideran probado, incluso, que ERG fue secuestrado por sus dos socios.

El magistrado describe cómo el valenciano fue trasladado en un vehículo contra su voluntad hacia el Principado. La intención de los secuestradores era cobrar una deuda de prácticamente medio millón de euros. ERG consiguió huir «a las 4:30 de la madrugada del 21 de abril de 1999 al llegar el vehículo a la frontera española de Farga de Moles».

La justicia andorrana recurrió vía rogatoria a su homóloga española, que entregó la información requerida por el Tribunal de Cortes. La sala ha establecido penas de cuatro años de prisión y multas entre uno y tres millones de euros por «un delito mayor de blanqueo, mediante un grupo organizado y con recurrencia».

Los tres españoles tienen prohibida la entrada en Andorra durante las próximas dos décadas. La sentencia puede ser recurrida en el mismo Tribunal de Cortes, aunque no consta que se haya materializado la opción por parte de los condenados. Dos de ellos, JAMQ y FAOG, fueron juzgados en rebeldía.

El blanqueo, modo de vida de la banca andorrana

La última sentencia conocida salpica a Morabanc y Crèdit Andorrà (sin condenarles), aunque anteriormente se han producido decisiones judiciales, también de calado, que han afectado al ahora fusionado AndBank, de la familia Cerqueda. Ocho empresarios españoles lograron en 1990 que la entidad Banco Agrícola y Comercial desviara prácticamente cuatro millones de euros de la época.

Incluso Manel Cerqueda fue detenido por la policía española. Según las sospechas iniciales, el propio presidente del banco contaba con la ayuda del industrial Ramon Ubachs. Captaba a otros empresarios a cambio del 4% en comisiones.

Los casos se suman a los temores de Estados Unidos sobre BPA. Aunque las acusaciones se han desinflado, habría, al menos, 200 millones de origen dudoso. Los bancos implicados, excepto Andbank, aseguran que denunciaron voluntariamente a la policía financiera las operaciones sospechosas.

Ismael García Villarejo

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