Otegi se sube en la ola catalana para desbordar al Estado con un lleno en Anoeta

Ha cumplido su pena. Y la izquierda aberzale le ha esperado para celebrar un homenaje que ha desbordado el velódromo de Anoeta, con una asistencia de unas 13.000 personas.

Arnaldo Otegi, consciente de su ascendente, y de que se ha convertido en un icono, ha sido insistente: «No pararemos hasta conseguir la independencia», ha clamado, ante militantes independentistas, justo antes del acto, que no han podido acceder a Anoeta, repleto por completo.

«El pueblo es el lendakari. ¡Os quiero! Gora Euskal Herria gorria! ¡Adelante, vamos a ganar, no pararemos hasta conseguir la independencia y el socialismo», ha afirmado.

Distanciado del terrorismo

Otegi sigue inhabilitado hasta 2022 para ser elegido en cargo público, aunque la izquierda aberzale confía en que los recursos presentados puedan cambiar la situación. Otegi no deja de recordar que el modelo ahora para el independentismo vasco es la experiencia catalana, y que desde Cataluña «nos están dando una lección».

Prueba de ello es también su arrepentimiento, o sus reflexiones ahora sobre la necesidad de que el independentismo vasco se hubiera separado muchos antes de la violencia de ETA, afirmadas en una entrevista en la televisión autonómica vasca.

Podemos gana en el País Vasco

En una situación  de no violencia, Otegi quiere seguir la apuesta de los partidos nacionalistas catalanes para lograr un referéndum de autodeterminación que desborde al Estado.

Aclamado por los asistentes, entre ellos representantes de la CUP y de ERC, Otegi podrá hacer política de nuevo en el País Vasco, sea o no candidato a la presidencia del Gobierno vasco, en una situación totalmente diferente a la que vivió cuando entró en prisión hace seis años.

Hoja de ruta catalana

La fuerza política que ganó las elecciones generales en el País Vasco fue Podemos, aunque el PNV lograra más escaños. La apuesta ahora de la sociedad vasca se enmarca en el eje izquierda-derecha, y la izquierda aberzale es consciente de que ha estado durante décadas ligada al terrorismo de ETA, aunque Otegi sea el icono de la decisión de romper con ese vínculo, como apuntaba Antoni Batista en una entrevista con Economía Digital, autor de una biografía de Otegi.

Demasiado tarde, tal vez, aunque Otegi, y todo el independentismo vasco, –y eso es una gran paradoja—quiere seguir la hoja de ruta del soberanismo catalán, bloqueado por las fuerzas políticas de ámbito nacional. Aclamado en Anoeta, Otegi sabe que las dificultades son mucho mayores que hace seis años, pese a su apuesta por la no violencia y el sistema democrático.