PSOE: los militantes decidirán si aprueban un pacto con Podemos

En su intervención en el Comité Federal, Pedro Sánchez dijo que cualquier acuerdo se consultará con las bases socialistas. Además, avisó a Podemos que no van a negociar el reparto de cargos. 

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Pedro Sánchez quiere exhibir músculo ante la dirigencia del PSOE. El secretario general, en su intervención, dijo que con «los nuevos partidos» (o sea, Podemos) no van a hablar «sobre la composición del Ejecutivo, sobre sillones», sino sobre los problemas de los ciudadanos.

Es el mismo guión que mantuvo el domingo pasado, cuando tras unos intentos frustrados, logró comunicarse con Pablo Iglesias y acordaron hablar sobre acuerdos políticos antes que del reparto de cargos.

«El cambio no es de personas sino de políticas, por eso no vamos a hablar de sillones», reiteró el dirigente socialista, quien puntualizó que cualquier acuerdo será ratificado por el Comité Federal y «sometida a consulta a la militancia del partido».

Consulta a las bases

La movida más audaz de Sánchez fue plantear que cualquier acuerdo se someterá a la decisión de la militancia y del Comité Federal. Aunque esta consulta técnicamente no es vinculante, sí tiene un peso político decisivo.

Por más que tenga que pasar por el filtro del Comité Federal, la idea de Sánchez es contrarrestar el poder de los barones territoriales, y recuperar poder en caso de que las bases aprueben un acuerdo con otras fuerzas políticas.

Por lo pronto, ya sabe que su futuro se lo juega en mayo: el día 8 habrá primarias, y del 20 al 22 de mayo se realizará el congreso del partido. Sánchez pretendía estirar los tiempos a junio, pero tuvo que ceder ante la postura de Susana Díaz y los dirigentes de Valencia y Asturias que le están marcando los tiempos.

Buscando el equilibrio

Sánchez busca un punto de equilibrio entre la vieja dirigencia socialista, que con Felipe González a la cabeza sugieren que acuerde con el PP; y los barones territoriales que están divididos si invitar o no a Podemos a acordar un Gobierno de coalición.

Una de las más críticas es la secretaria general andaluza, Susana Díaz, que ni bien puso un pie en la sede de la calle Ferraz, dijo estar «cansada» de que Iglesias «falte el respeto» a su partido. «No sé quién le ha dado derecho a arrogarse decir lo que piensan los militantes socialistas», agregó.

Evitar la ‘podemos-dependencia’

La tesis que cobra más cuerpo es que si el PSOE va a pactar, que no dependa sólo de Podemos, sino que también busque una alianza con Izquierda Unida y Ciudadanos, para no depender de los vaivenes independentistas de la agrupación morada.

Javier Lambán, presidente de Aragón, intenta no vetar la posibilidad de un acuerdo con Podemos. Dijo que es posible negociar con partidos que defiendan al derecho de autodeterminación en sus estatutos, pero que no pongan ese punto como condición para formar gobierno.

 

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