Puigdemont pone a prueba a Torrent

Puigdemont, Ponsatí y Puig piden a la Mesa del Parlament el voto delegado para poder participar en los plenos

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El nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, elegido este miércoles, ya tiene entre sus manos su primer problema. El grupo parlamentario de Junts per Catalunya ha solicitado a la Mesa del Parlament el voto delegado para los tres electos de su formación que permanecen huidos en Bruselas (Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Lluís Puig). En cambio, no consta que lo hayan hecho los huidos de ERC (Meritxell Serret y Toni Comín). El asunto pondrá a prueba el desafío que Torrent está dispuesto a asumir junto a la Mesa, que cuenta con mayoría independentista. 

Por el momento, el presidente del Parlament ha tratado de mostrarse conciliador y ha evitado seguir los pasos de Carme Forcadell. Tanto es así que el PP aprecia un «cambio de tono» por parte de Torrent, aunque se mantiene expectante para comprobar si el nuevo presidente, en efecto, piensa actuar conforme a la ley. 

En el caso de atender la petición de los huidos para poder ejercer el voto delegado, Torrent deberá enfrentarse a los recursos del Gobierno ante el Tribunal Constitucional y a los partidos constitucionalistas en general, que cuentan a su favor con informe de los letrados del Parlament que desautoriza el voto por persona interpuesta de los fugados a Bruselas.

A lo largo de este jueves, Torrent ha iniciado la ronda de contactos con los líderes parlamentarios para comprobar quién es el candidato a presidente de la Generalitat que reúne más apoyos para su investidura, que tiene como fecha límite el 31 de diciembre. «Nos esperan 10 días de incertidumbre», asumen los propios soberanistas, conscientes del laberinto en el que se hallan.

El presidente del Parlament ha evitado, una y otra vez, avalar el procedimiento de una investidura a distancia, así como las referencias a la República y a la desobediencia. «Los principios y las convicciones son los que son. No hace falta demostrarlos cada cinco minutos», se ha justificado. 

Una de las opciones que contempla Torrent es desplazarse a Bruselas para abordar con Puigdemont la investidura a distancia. Tanto Junts per Catalunya como ERC coinciden en que la candidatura de Puigdemont se mantendrá a flote durante los próximos días, aunque también trabajan de forma soterrada en un plan B al ex presidente de la Generalitat.

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