Puigdemont sacrificará a Vilajoana para contraprogramar a Junqueras

Los fieles a Artur Mas en el PDCAT presionan para que le sustituya Francesc Sànchez, el hombre de los asuntos judiciales de la ex CDC

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sacrificará a «muy corto plazo» a Jordi Vilajoana como responsable de la secretaría de difusión del Govern, con el propósito de reequilibrar las fuerzas en el seno del Ejecutivo catalán, y buscar un contrapeso en la comunicación a la proyección de los republicanos, y de su presidente y consejero de Economía, Oriol Junqueras.

Esquerra es el partido ascendente. Sube en las encuestas, y no parece que sufra ningún desgaste por las peticiones constantes de la CUP, que sigue sin garantizar la aprobación de los presupuestos para 2017. Los dirigentes del PDCAT, que luchan para reorientar el partido, necesitan un apoyo desde el Govern que no obtienen, y se han puesto en marchar para buscar una reacción. Es la prueba de que los republicanos le han ganado la batalla a los ex convergentes.

Eso pasa por colocar a un responsable más activo en el Govern, que prepare mejor la comunicación, y que reequilibre el peso de Esquerra, que ha logrado ser muy influyente en la difusión de los mensajes que se transmiten desde el Palau de la Generalitat. Puigdemont, según dirigentes del PDCAT, ha asumido esa carencia y trata ahora de darle respuesta.

El problema, de cara  a los próximos meses, que serán trascendentales, y con el reciente anuncio de que Artur Mas y las consejeras que se vieron involucradas en la consulta del 9N, –Irene Rigau y Joana Ortega—irán a juicio el 6 de febrero, es acertar con el sustituto de Vilajoana, que es también un hombre de confianza de Mas, pero que se ha visto superado por la nueva etapa y la lucha por la hegemonía política con los republicanos.

Un hombre de Mas y de Oriol Pujol

Los más afines a Artur Mas, que sigue teniendo una gran ascendencia en el Govern, es que sea Francesc Sànchez, abogado, y ex responsable de régimen interno y de comunicación de la ex Convergència. Sànchez fue el hombre a quien Mas le encargó la elaboración y desarrollo del congreso que representó la refundación del partido y que dio origen al PDCAT, antes del verano de este año. Es también una pieza clave de la vieja Convergència, hombre de confianza de Oriol Pujol, a quien atendió legalmente en el caso de las ITV.

Sànchez, a cargo de los múltiples asuntos judiciales que afectan a la ex CDC, se vislumbra como el sustituto de Vilajoana para «poner orden» en la comunicación del Govern, con el objetivo de que Esquerra no aparezca, en la práctica, como el único partido al frente de la Generalitat.

Esperando a Puigdemont

Esos cambios se podrían precipitar en las próximas semanas, que serán decisivas para saber si Puigdemont acabará o no convocando nuevas elecciones. En el caso de que la CUP no apruebe las cuentas de 2017 –en la segunda semana e febrero– , el president se comprometió a convocarlas de inmediato. El caso es si Esquerra, en realidad, prefiere ya esas elecciones, o si se inclina por ganar más tiempo, buscando ese referéndum antes del verano.

En el caso del PDCAT, aunque se debate internamente sobre esa posibilidad, teniendo en cuenta que la convocatoria del referéndum no se ve como una opción realista –lo ha dejado claro la presidenta del consejo nacional del partido y alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa—se prefiere ganar tiempo.

La nueva dirección, que encabeza Marta Pascal y David Bonvehí, están reorganizando todas las estructuras internas, y necesitan, además, saber si Puigdemont querrá o no ser el candidato, aunque haya asegurado a su núcleo más cercano que mantendrá su compromiso de no encabezar la lista del PDCAT. Por ello, unas elecciones ahora, con 15 o 17 escaños potenciales, según las últimas encuestas –quinta fuerza en el Parlament—podrían resultar letales para sus intereses.

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