Rajoy contra todos: ni recortes, ni rescate ni precariedad

De Guindos asegura que la oposición utiliza "tres falacias" para cuestionar una apuesta económica "que ha garantizado el estado de bienestar"

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El Gobierno que preside Mariano Rajoy lo intentará hasta el final, pese a tenerlo todo en contra. Las cifras macroeconómicas son buenas, pero la percepción de la ciudadanía, como marcan los sondeos, es que la recuperación real en sus vidas queda muy lejos. Ello se debe a «tres falacias» que se difunden, según el Ejecutivo, que no son reales.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, defendió las políticas económicas adoptadas en los últimos dos años, que han posibilitado el crecimiento del PIB, que este año podría «bordear el 3%». Pero, ¿cómo se ha llegado hasta aquí?

Garantizar el estado de bienestar

En vísperas de la campaña electoral de las autonómicas y municipales del 24 de mayo, el Ejecutivo del PP necesita explicar que el esfuerzo ha valido la pena. Rajoy remacha el mensaje una y otra vez. Y el ministro de Economía, que trata de evitar la lucha partidista, quiso este lunes afrontar las críticas.

Lo hizo en el Círculo Ecuestre, con la presencia del empresariado catalán, que le preguntó prácticamente por todo, desde la situación de Grecia hasta la independencia de Cataluña.

Y De Guindos lo negó todo. Según el ministro los recortes en el estado de bienestar han sido mínimos y lo que se ha conseguido es «garantizar el estado de bienestar».

La clave es que España «no fue rescatada». Esa es la posición del Ejecutivo. Si lo hubiera sido, «además de afectar la autoestima de un país, como le ocurrió a Portugal o a Grecia», los recortes se hubieran producido «de verdad».

Los recortes de Portugal

Según el ministro, Portugal es el ejemplo que se trató de evitar: «el rescate supuso en el país vecino un recorte de las pensiones del 10%; un recorte de entre el 15% y el 20% de los salarios de los funcionarios; peajes en todas las autopistas y la subida de los principales impuestos, y todo eso no ha ocurrido aquí».

En eso se basará el Gobierno del PP hasta las elecciones, en una construcción del discurso político que tiene como gran pilar «el no rescate». Es decir, España no fue rescatada. De Guindos lo denominó, de nuevo, «ayuda de asistencia financiera», que se tradujo en un préstamo de 40 mil millones de euros para el sector financiero.

Pero no habló del MoU, el memorandum que firmó con las instituciones europeas, y que, a cambio del préstamo, señalaba un conjunto de medidas de obligado cumplimiento, todas ellas destinadas a rebajar el déficit público con un incremento de impuestos, y un recorte del gasto.

Dinero público para los bancos

La segunda falacia, partiendo siempre de que no hubo rescate, es que el dinero público ha servido para rescatar a los bancos. «No es verdad, se rescataron los depósitos de los ciudadanos, pero no a ningún banquero», insistió De Guindos, que recordó que una de las entidades que ha recibido más ayuda es CatalunyaCaixa, con «una inyección de 12.000 mil millones de euros».

Y la tercera, según la receta de De Guindos, es que la «calidad del empleo no se ha resentido tanto», aunque los expertos no están exactamente en esa línea. Según sus previsiones, que se plasmarán en la nueva EPA, «se trabajan más horas, y hay más trabajadores en el sistema», por lo que se invalidaría la idea de que el trabajo es ahora más precario.

Trabajadores con contrato indefinido

«El porcentaje de contratos parciales en España está por debajo de la media europea, que es del 25%, cuando tenemos el 18%», aseguró, tras añadir que en España el 75% de los trabajadores tiene contrato indefinido, por el 25% que tiene un contrato temporal. 

Según el ministro, esos contratos «son buenos para estudiantes, que están también trabajando», y, por tanto, en comparación con Europa, aún habría margen para incrementarlos. La sentencia de De Guindos es que «no es verdad que por cada trabajo se hayan creado tres, con menos horas por contrato».

La presidencia del eurogrupo

Sin embargo, sólo el 5,6% de los contratos firmados en marzo fueron indefinidos a tiempo completo y los afiliados a la Seguridad Social todavía no han alcanzado la cifra de 2011, que dejó Rodriguez Zapatero.

De Guindos, que aspira a ser, a partir de junio, el presidente del eurogrupo, –con posibilidades para ello, porque Bruselas podría estar interesada en premiar a España– aseguró que, si no se cambian las políticas adoptadas, España crecerá en los próximos cuatro, cinco o seis años a un ritmo del 2,5% al 3%».

Con dos años de recuperación, 2014, y 2015, «se habrá recuperado la mitad de la renta perdida durante la crisis», ensalzó el ministro.

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