Rajoy rechaza el pacto fiscal con Cataluña para no romper España

Mariano Rajoy descarta también medidas para rebajar el precio de la luz y confía en que "va a llover" y se podrá generar energía hidráulica

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP), mantiene sus constantes vitales: prudencia y ningún movimiento brusco. Rechaza cualquier pacto fiscal con el gobierno catalán, o la aprobación de un nuevo estatuto. Ello podría significar romper España, al crear «unos problemas descomunales para todo el país». Y limita la solución al problema con la Generalitat a nuevas inversiones públicas en Cataluña. Sólo a eso.

Rajoy, en una entrevista en Onda Cero –emisora aliada de Economía Digital–, también se ha referido al enorme malestar que causa entre los ciudadanos españoles la factura de la luz. Con bajas temperaturas, y con distintos precios en función de la hora del día y del consumo contratado, el jefe del Ejecutivo asegura que el precio de la luz se encuentra en niveles de 2015, y pese a subir respecto a 2016, no prevé tomar ninguna medida.

Aunque pudiera resultar una salida de tono, Rajoy se ha limitado a augurar que «va a llover». Con ello se refiere a la posibilidad de generar energía hidráulica, que permitirá bajar el precio de la luz. Según los cálculos del Gobierno, el precio de la electricidad subirá, en relación al pasado año, unos ocho euros al mes, o unos 100 euros anuales, pero ese incremento se atribuye al precio del petróleo, que ha subido en comparación con 2016.

Problemas descomunales

Pero el presidente del Gobierno, aunque es consciente de que gobierna en minoría y de que puede tener un enorme problema en los próximos meses en Cataluña, no quiere mover, todavía, ninguna ficha. Pese a que el reproche a Rajoy, no únicamente por parte del independentismo catalán, sino de partidos como PSOE o Ciudadanos, es que se ha limitado a decir «no a todo», el mandatario español ha ofrecido más inversiones públicas en Cataluña.

El análisis de Rajoy se basa en la imposibilidad de llegar a un acuerdo bilateral con el gobierno catalán sobre su financiación. Ni un concierto económico, como el que impera en el País Vasco, ni un pacto fiscal a la medida. «Generaría unos problemas descomunales en todo el país», ha asegurado, admitiendo, de forma explícita, que Cataluña no puede quedarse con buena parte de los ingresos fiscales que genera, como sí ocurre en el País Vasco y Navarra, por la importancia de su PIB en relación al conjunto de España.

¿Cómo parar el referéndum?

Más inversiones, y poco más, aunque Rajoy se ha mostrado abierto a «hablar de todo» con el gobierno catalán, salvo para abordar el referéndum soberanista que pide el presidente autonómico Carles Puigdemont. «Ni quiero, ni puedo aceptar un referéndum para romper la soberanía del pueblo español. Un señor de Zamora, por ejemplo, tiene todo el derecho a pronunciarse sobre lo que le pase a alguien de Santiago de Compostela», ha sentenciado.

Pero en los próximos meses todo se puede complicar. La aprobación de los presupuestos de la Generalitat, por parte de la CUP, que se decidirá este sábado, dejarán a Puigdemont la vía libre para intentar celebrar un referéndum de autodeterminación de forma unilateral. Será en ese momento cuando el Gobierno de Rajoy deberá tomar una decisión sobre cómo lo impide sin alimentar el «victimismo» del soberanismo.

Y, en ese lapso, se conocerá la posible inhabilitación del expresidente de la Generalitat, Artur Mas (PDECat), cuyo juicio se abre el 6 de febrero, con una manifestación prevista para ese día por parte de la ANC.

Economía Digital

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