¿Sabes cómo trasforma tus votos en escaños la Ley D’Hondt?

Podemos aspira a ser segunda fuerza el domingo en número de votos, pero sabe que sería tercera en número de escaños

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Las democracias se organizan de distinta manera a la hora de transformar los votos en diputados. Los representantes de los ciudadanos deben, luego, gobernar para todos, desde un parlamento. Pero algunos partidos partidos tienen más suerte que otros, ¿por qué?

En España se apostó, en la transición, por un modelo proporcional, que, en teoría, trata de que todos los votos tengan una traslación proporcional en el Congreso. El problema es que se inclinó por una fórmula matemática, la Ley D’Hondt, que toma el nombre del abogado belga Victor D’Hondt.

La ley corrige esa presunta proporción, hacia un sistema de tipo mayoritario. Sin embargo, el sistema por el que se votará en España este domingo está vigente en Francia, Bélgica, Finlandia, Israel, o Japón, entre otros países. ¿Cómo funciona? Tiene sus características, por eso el domingo puede ocurrir que Podemos gane al PSOE en votos, pero no en escaños.

El mínimo de diputados por provincias

Lo primero que debemos saber es que en el Congreso hay 350 representantes de los ciudadanos. Son los diputados que se elegirán el domingo. Ellos, a su vez, deberá formar el Gobierno.

Antes de comenzar el recuento, hay que tener en cuenta que los diputados se eligen a través de las 50 provincias españolas, más Ceuta y Melilla. Estas dos ciudades autónomas cuentan, para empezar, con un diputado cada una. El resto, tienen dos escaños ya adjudicados.

Es decir, suman un total de 102 diputados. Cada una de esas provincias, además, tendrá más o menos diputados en función de su población, de forma proporcional. Por ejemplo, en Álava sólo se eligen cuatro escaños. En Madrid, la más poblada, se eligen 36. Y en Barcelona, 31 escaños.

Y ahora aparece la Ley D’Hondt. Pongamos un ejemplo teórico, aunque con una circunscripción real. La provincia de Pontevedra, la ciudad de Mariano Rajoy, da siete diputados. La mayoría de las provincias, poco pobladas, se ven representadas por cinco o menos diputados. Pongamos que en el caso de Pontevedra, los votos válidos en las elecciones generales ascienden a 560.375 sufragios, similar al real en las últimas elecciones.

Empate en la provincia de Pontevedra, la de Rajoy

Decidimos que se presentan cinco partidos políticos, y que todos ellos pasan la barrera del 3% de los votos el mínimo legal para tener representación. Y que los resultados son éstos: Partido A: 205.500 votos; Partido B: 180.275 votos; Partido C: 110.600 sufragios; Partido D: 35.400; y Partido C: 28.600.

La Ley D’Hondt divide cada total de votos de cada partido por el número de escaños que estén en juego. Es decir, los resultados del Partido A se dividen por uno, por dos, por tres, por cuatro, por cinco, por seis y por siete. Y así cada uno de los partidos.

Se toman, luego, los siete cocientes mayores. Es decir, los números más grandes de todos los partidos. Tendrá más diputados el partido que consiga el mayor número de esos cocientes.

En este caso, el Partido A obtendría tres escaños; el Partido B, también tres; y el Partido C, sólo uno. Tanto el Partido D, como el Partido E se quedarían sin representación. Eso le puede pasar a partidos como Podemos o Ciudadanos este domingo.

Así funciona la Ley D’Hondt.

Economía Digital

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