Sánchez se verá obligado a dimitir ante la apuesta del PSOE por la abstención

Los resultados en Galicia, con una previsible mayoría absoluta del PP, y en el País Vasco, llevarán a los socialistas a una reflexión tras el fracaso de la alternativa a Rajoy

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Las opciones de Pedro Sánchez se van reduciendo. El líder del PSOE se verá obligado a dimitir cuando el PSOE decida, en las dos últimas semanas de octubre, abstenerse para no ir a unas terceras elecciones.

Sin una alternativa a Mariano Rajoy, porque ni Podemos ni Ciudadanos desean apoyarlo, para participar en una operación conjunta, y tras constatar que el PSOE –y el propio Sánchez– no quiere saber nada de los partidos independentistas catalanes, el líder socialista se verá obligado a dimitir cuando en las dos últimas semanas de octubre los dirigentes socialistas se inclinen por negociar una abstención para permitir la investidura de Mariano Rajoy, según apuntan fuentes socialistas.

Lo que se desea evitar es unas terceras elecciones, en las que el PSOE no tendría ninguna garantía de superar sus actuales 85 diputados.

El doble ‘no’ a Rajoy

Algunos de los dirigentes consultados del PSOE no ven otra opción, porque el propio Sánchez rechazó una apuesta que sí era compartida por una buena parte del partido: un ‘no’ sonoro a Rajoy, en el debate de investidura, pero sí una posible abstención a ‘otro’ candidato del PP.

El doble ‘no’ de Sánchez a Rajoy y al PP le cerrará todas las puertas, según fuentes socialistas, cuando en el último instante el PSOE no vea otra opción que abstenerse para impedir unas terceras elecciones.

Los resultados electorales en Galicia y en el País Vasco serán determinantes. La encuesta del CIS no augura nada bueno para el PSOE, porque, además de no poder evitar la mayoría absoluta de Nuñez Feijóo en Galicia, los socialistas superarían por muy poco a las Mareas, la marca de Podemos. En el País Vasco, los socialistas perderían la mitad de sus actuales 16 diputados, quedándose con ocho, y sin ser determinantes para completar la mayoría que necesitaría el PNV para gobernar.

¿A quién le tiemblan las piernas?

Si el PSOE no obtiene buenos resultados en esas dos autonomías, y, al mismo tiempo, es el PP el que consolida resultados, y con el rechazo a los partidos de Albert Rivera y de Pablo Iglesias a permitir su investidura, Sánchez no tendrá más opciones.

¿Pero cómo se articula la posición de Sánchez? La aspiración del equipo del secretario general del PSOE es que a Podemos y a Ciudadanos le puedan «temblar las piernas» en las dos últimas semanas de octubre. Ante la inminencia de unas terceras elecciones, Iglesias y Rivera podrían preferir votar la investidura de Sánchez, y ver cómo pueden jugar, después, con los distintos apoyos en el Congreso. Pero Ciudadanos se niega por completo.

Rivera no ha querido atender a Sánchez, en la nueva ronda de contactos que ha iniciado. El partido naranja ha tomado una decisión: «cuando el PP y el PSOE tengan alguna cosa atada, entonces nos sumaremos para evitar nuevas elecciones, pero nada más». Molestos por dos intentos que han acabado en nada, Ciudadanos inyecta toda la presión a los socialistas.

Comité federal, ¿cuándo?

El problema es cómo y cuando Sánchez debería convocar un comité federal para tomar una decisión sobre un nuevo intento de Rajoy. La consigna del propio equipo de Sánchez es que sin tener nada atado, no se convocará el comité federal. Es decir, podría suceder que no se convocara en ningún caso. Pero los barones territoriales lo podrían forzar, aunque no tuvieran la mayoría necesaria para ello: se necesita un tercio de los 300 miembros. Si públicamente se manifiestan, si los días pasan y las terceras elecciones comienzan a ser una realidad, las fuentes socialistas apuntan que lo pedirán abiertamente. Y con una petición de abstención en ese comité, Sánchez no podría seguir dirigiendo el partido. Él mismo renunciaría, aseguran las mismas fuentes.

Algunos dirigentes aseguran que le pedirán a Sánchez que se abstenga, porque no hay más opciones, pese al caso Soria, que ha debilitado, como ninguna otra cosa, a Mariano Rajoy. Esa es la gran paradoja del PSOE. Pero es que no hay ninguna otra posibilidad, a no ser que se prefiera correr la suerte de unas terceras elecciones.

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