Xavier Crespo reaparece como médico tras ser inhabilitado como político

El exdiputado de CDC está destinado en la unidad de traumatología del Hospital de Blanes (Gerona), que se encuentra saturada por los recortes de la sanidad

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Sin esperar la sentencia del caso Clotilde que en noviembre le condenó a nueve años y medio de inhabilitación para el ejercicio de cargo público, el exdiputado convergente y exalcalde de Lloret de Mar, Xavier Crespo, se reincorporó el pasado verano como médico especialista en la unidad de traumatología del Hospital de Blanes.

«Es un médico más de la plantilla», aseguran fuentes del comité de empresa del hospital, que añaden que en estos meses Xavier Crespo se ha puesto profesionalmente «al día» porque llevaba una década alejado del ejercicio de la medicina.

Demasiados pacientes  

Como médico, Crespo sufre ahora los recortes de la sanidad pública catalana. Hace cinco años, se redujeron prestaciones sanitarias en el Hospital de Blanes y, en 2013, se aplicó una Reorganización Asistencial Territorial (RAT) por la cual los servicios de cirugía se trasladaron al Hospital de Calella y toda la traumatología, desde Canet de Mar a Tossa de Mar, se concentró en el Hospital de Blanes.  
Fuentes del comité de empresa apuntan que, frecuentemente, esta unidad de traumatología no puede asumir el flujo de pacientes y, para evitar el colapso, se derivan a otros centros hospitalarios de Gerona, incluso a clínicas privadas.
 

El caso Crespo quedó en nada  

Hasta 2005, Crespo había estado vinculado a la Corporación de Salud del Maresme y la Selva (CSMS), una entidad pública que, entre otros centros sanitarios, gestiona el Hospital de Blanes. Precisamente, la Sindicatura de Cuentas catalana elaboró en 2006 un informe, conocido como caso Crespo, que estuvo durante tiempo escondido en un cajón y que ponía al descubierto supuestas irregularidades en la gestión de la CSMS, para un hospital de la cual ha vuelto a trabajar Crespo.  

El Departament de Economia de la Generalitat detectó que Crespo había cobrado durante casi un año unos honorarios profesionales como médico cuando ya era alcalde de Lloret de Mar con dedicación exclusiva. La Sindicatura de Cuentas detalló un sinfín de supuestas irregularidades, algunas atribuidas a Crespo y a su esposa, Guadalupe Oliva, también doctora, que recibieron pagos por de la CSMS por un importe de 209.000 euros. No obstante, el caso quedó en nada.  

El «caso Clotilde» acaba con su carrera política  

Su suerte cambió en noviembre pasado. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo condenó por los delitos de cohecho y prevaricación a nueve años y medio de inhabilitación para el ejercicio de cargo público. El motivo fue el trato de favor dispensado, como alcalde de Lloret de Mar, al empresario ruso Andrei Petrov, que la policía vincula al blanqueo de capitales de origen criminal.

Crespo también fue condenado a una multa de 450.000 euros, a devolver el importe de los regalos recibidos y a abonar 133.754 euros, correspondientes a la rebaja fiscal que el Ayuntamiento otorgó a la promotora del empresario ruso para construir un centro comercial.  

CDC le ha brindado su apoyo

El mismo día que fue imputado, el Parlament lo designó vicepresidente de la Comisión de Empresa y Ocupación, pero cuando el juez ordenó la apertura de juicio oral, en mayo pasado, dimitió de todos sus cargos políticos. También se dio de baja como militante de Convergència. Es todo momento su partido le ha brindado apoyo.  

Entre los inhabilitados por el caso Clotilde también se encuentra el que fuera su brazo derecho en el Ayuntamiento, su teniente de alcalde de Urbanismo, Josep Valls. Obligado a abandonar la política, ahora trabaja para una empresa inmobiliaria, según informan fuentes del consistorio.

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