La memoria del Goya más cortesano llega a Zaragoza

La etapa cortesana de Francisco de Goya estuvo marcada por el viaje de su natal Zaragoza hacia Madrid. Ahora su obra vuelve a casa

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La muestra Goya y la corte ilustrada se inauguró en el CaixaForum Zaragoza, con 84 obras que muestran la evolución artística de Francisco de Goya durante su época en los lienzos de la aristocracia y la política. La exposición revela también el contexto artístico y cultural que rodeaba al pintor español.

Procedentes en su mayoría del Museo del Prado, la muestra incluye principalmente pinturas en óleo y cartones, objetos como miniaturas y estampas, y una gran cantidad de la correspondencia de Goya y su amigo de la infancia Martín Zapater. Algunos de los cuadros más célebres del artista, como La gallina ciega o El pelele, están incluidas en la exposición.

Goya y la corte ilustrada se podrá ver en Zaragoza hasta el 21 de enero de 2018, antes de su mudanza al Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde se expondrá entre febrero y mayo. Además de visitas comentadas, con café y tertulia, habrá un ciclo de conferencias abiertas al público.

Adicionalmente, los primeros cuatro martes de octubre, a las 19:00 horas, el CaixaForum Zaragoza acogerá conferencias acerca de temas como la vida y el arte de un artista en la España de finales del siglo XVIII, la evolución de la obra de Goya a través de su correspondencia con Zapater, y las pinceladas de una juventud itinerante.

Francisco de Goya fue nombrado pintor del rey en 1786.

La carrera cortesana de Goya

Nacido y criado en Zaragoza, Goya viajó en 1775 a Madrid para comenzar su carrera cortesana, como se lo había propuesto desde niño. No había cumplido 30 años. Los palacios del municipio del Escorial fueron remozados por su pincel para su primer trabajo en esa villa.

Fue elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1780. Seis años después fue nombrado el pintor del rey, luego de un fugaz regreso a Zaragoza que no deparó éxitos sino fracasos, porque su trabajo en la cúpula de la basílica del Pilar no gustó a sus mecenas y fue obligado a mejorarlo.

El pintor cortesano cumplió dos años a las órdenes del rey Carlos III, hasta la muerte del monarca en 1788. Mantuvo su título con el rey Carlos IV y en 1789 fue nombrado pintor de cámara. Su fama aumentó durante la recta final del siglo XVIII; en esa época, a su amigo Zapater le decía “del rey abajo todo el mundo me conoce”.

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