Bonet echa mano del lenguaje separatista para defender la Fira de Barcelona

Un estudio de Esade constata que la institución logra un impacto equivalente al 1,21% del PIB catalán. Su presidente asegura que es un "proyecto de país"

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Las actividades de Fira Barcelona tienen un impacto económico de 2.624 millones de euros, lo que equivale al 1,21% del PIB catalán. Se trata de un «proyecto de país, de un proyecto de éxito de país», que posibilita hasta 40.580 puestos de trabajo, según el presidente de la institución, José Luis Bonet.

En un momento en el que Fira Barcelona debe elegir a su nuevo director general, tras la salida de Agustín Cordón –fichado por el Grupo Zeta– y justo cuando se inicia una nueva legislatura en el Parlament de Cataluña, repleta de incertidumbres, Bonet ha querido reivindicar el papel de una institución que fue refundada en 2000.

«Entonces se tomaron decisiones con la implicación de todos, de todos los partidos y administraciones, que nos han llevado a este éxito», ha asegurado Bonet, en la presentación de un estudio de Esade sobre Fira Barcelona en el Cercle d’Economia.

Flanqueado por Josep Oliu, vicepresidente del Cercle, y por el director del Instituto de Gobernanza y Dirección Pública de Esade, Albert Serra, Bonet ha insistido en que la colaboración de todos los actores públicos en Cataluña ha posibilitado la actual situación de Fira.

Bonet ha destacado a los responsables políticos de 2000, con Artur Mas, y el consejero de Economía, Francesc Homs, a la cabeza, pero también «a todos los partidos, de diferente signo». En aquel momento, la institución logró la entrada de la Generalitat, la tercera pata junto al Ayuntamiento de Barcelona y la Cambra de Comerç.

Mas riqueza

En las primeras filas, en el Cercle d’Economia, han asistido el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y miembros del consejo de administración de Fira, entre ellos Pedro Fontana, uno de los encargados de buscar un ejecutivo que sustituya a Cordón, y concejales socialistas del Ayuntamiento de Barcelona, como Montserrat Ballarín.

El estudio de Esade se ha centrado en la actividad de la Fira entre 2012 y 2014. En ese periodo se celebraron unos 200 eventos, con la participación de más de 27.000 expositores directos y más de dos millones de visitantes anuales.

La metodología para calcular el impacto económico se ha basado en las tablas input-output de Cataluña de 2011 teniendo en cuenta cuatro factores principales: los gastos de visitantes y expositores; los operacionales y de funcionamiento; la inversión en infraestructuras e instalaciones y la creación de actividad económica y negocio de sus participantes.

Ingresos fiscales

La creación de puestos de trabajo, 40.580, se produce en diferentes ámbitos. En un 43%, se alcanza en sectores como la restauración, el alojamiento, el comercio, el transporte y el ocio.

Respecto a los impuestos, que llena las arcas públicas, el cálculo que se realiza constata que Hacienda recauda 782 millones de euros cada año, procedentes del IVA, el IRPF y el impuesto de sociedades.

Bonet ha insistido en que, para Cataluña, la Fira es «una estructura de país», en un momento, precisamente, en el que el poder político habla de «estructuras de Estado», con la voluntad de poner en marcha la hoja de ruta soberanista.

Bonet, que se ha opuesto con claridad a ese proceso, exhibe un hecho tangible: la generación de riqueza de Fira Barcelona.

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