CCOO denuncia el enchufismo de Madrid que el sindicato pactó con el PP

Lleva a los tribunales a Carmena por las contrataciones a dedo que la agrupación sindical avaló en el 2000

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CCOO ha llevado a los tribunales la contratación de personal a dedo en el Ayuntamiento de Madrid que el propio sindicato avaló en un acuerdo firmado el año 2000. El sindicato ha comenzado a denunciar la contratación de personal de libre designación (es decir, que no se presentan a concurso público ni a oposiciones) durante el mandato de Manuela Carmena.    

El equipo de la alcaldesa inició su mandato prometiendo los recortes en asesores y puestos de libre designación, es decir, los trabajadores elegidos a dedo por los responsables municipales. Pero meses después de la promesa, el Ayuntamiento ha reforzado la política de colocaciones. 

El Ayuntamiento asegura que su voluntad pasa por reducir al máximo este tipo de nombramientos y designar los puestos públicos por concurso. Pero, mientras lanza estas intenciones, acelera los dedazos.  

En apenas mes y medio, el equipo de Carmena ha convocado la designación de al menos 28 puestos sin concurso público. Son, en su mayoría, jefes de departamento, jefes de sección, jefes de servicio, encargados de las oficinas, consejeros técnicos y auxiliares de secretaria, según los documentos internos del Ayuntamiento a los que ha tenido acceso este diario.  

El convenio  

El Ayuntamiento ha justificado esas designaciones por un convenio firmado en el año 2000 entre el gobierno local y los sindicatos, entre los cuales figura Comisiones Obreras.  

El responsable de Comisiones Obreras en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Delgado, ha reconocido a este diario que su sindicato firmó un acuerdo con el gobierno local del exalcalde Francisco Álvarez del Manzano (PP) para fijar las bases ara acceder a los puestos del Ayuntamiento.   En el documento, el sindicato y el gobierno pactaron fijar excepciones para esos concursos. Y, a través de la excepción, se ha hecho la norma.  

Fuentes del sindicato explican que el acuerdo consistía en que los cargos por encima de puesto 26 (cargos medio/altos o altos) podían ser electos bajo el criterio de los superiores, mientras que los cargos más bajos debian pasar una dura oposición. 

Constitución mojada  

La Constitución Española fija que la elección de los empleados públicos debe decidirse cobre los criterios de «igualdad, mérito y capacidad». El Tribunal Supremo ha dictado varias sentencias que consideran ilegales los nombramientos con libre designación por vulnerar estos principios.  

Otro sindicato emergente, que gana peso en el Ayuntamiento, Somos Sindicalistas, también ha pedido al gobierno municipal que elimine la práctica de la libre designación para ocupar cargos públicos.  

Los portavoces del sindicato aseguran que la agrupación también sopesa llevar a los tribunales al Ayuntamiento por estas contrataciones irregulares que generalmente, según el sindicato, sirven para «colocar a amigos» y «pagar favores políticos«. «Mientras para obtener un cargo bajo se hacen oposiciones durísimas, los altos cargos se asignan con libre designación», explican. 

De Gallardón a Carmena  

La política de contratación a dedo despegó con fuerza durante la gestión de Alberto Ruiz Gallardón, que contaba con un equipo de asesores y cargos de confianza que conformaron un auténtico ayuntamiento paralelo.  

Cuando tomó el mando, Gallardón contaba con 483 empleados de confianza y personal eventual. En ocho años de mandato, la cifra aumentó hasta los 1.525.  

El incremento de cargos no siempre es ocasionado por el crecimiento burocrático. Los puestos de confianza suelen ser una fuente de financiación del partido que gobierna. El 10% del salario generalmente va destinado al partido que asigna esa plaza.

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