Danone acumula cinco grandes fracasos con sus “yogures saludables”

El fabricante francés fracasa en su apuesta de nuevos yogures para reanimar las ventas

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El yogur para controlar la tensión arterial fue un fracaso, el que rejuvenecía la piel no aguantó en las estanterías dos años y el yogur helado tuvo un éxito más fugaz una canción de verano.

Danone, la primera marca de yogures de España, pierde mercado mientras intenta inventar nuevos productos que le distingan de los fabricantes de marca blanca, que mantienen una guerra de precios sin cuartel a pesar de la recuperación del consumo.

Desde el inicio de la crisis en 2008, Danone ha acumulado al menos cinco fracasos en el lanzamiento de nuevos productos que fueron acompañados de inversiones millonarias. Se trata, en gran medida, de los “yogures saludables”, un área de negocio donde la compañía quiere buscar su tabla de salvación ante la caída permanente, pero donde hasta ahora no lo ha encontrado.

El que bajaba la tensión

En 2007, en pleno auge de las marcas blancas, Danone inventó Danatel, un yogurt que ayudaba a bajar la tensión arterial, según los mensajes publicitarios del fabricante. El producto contenía una combinación de “péptidos activos, calcio y potasio” que supuestamente ayudaban a controlar la presión arterial.

Dos años después, el fabricante retiró el producto, que intentó reintroducir en 2014 pero actualmente vuelve a estar fuera de las estanterías.

El que “mejoraba” la piel

Justo antes del estallido de la crisis, Danone también creó Essensis, un yogur que contaba con “cualidades dermonutricionales “y mejoraba el estado de la piel. Par el lanzamiento del “yogurt dermatológico” la compañía destinó nada menos que 121 millones de euros, una apuesta que acabó liquidada dos años después. 

El proteíco 

Otro de los fracasos de la marca ha sido Danio, un yogurt que vendió como un snack saludable, por llevar el doble de proteínas que un lácteo normal. Fue un éxito en sus inicios en Estados Unidos, pero pasó completamente inadvertido en España y fue retirado de inmediato de los supermercados. La compañía aseguró entonces que esperaría a que el mercado estuviese más maduro para intentar la reintroducción.

El yogur helado

Yolado, una de las grandísimas apuestas de la marca, fue un yogur helado que se inventó con el auge de las franquicias de esta categoría en España, pero tampoco tuvo éxito. Fue un producto innovador que no encaja en la categoría «saludable», pero sí fue una de las apuestas innovadoras. La compañía reconoce que “no funcionó”.

El fracaso de estas grandes invenciones también vienen acompañadas con retiradas más discretas de versiones de producto, como la Danacol, que promete combatir el colesterol. La versión Danacol con zumo actualmente está desaparecido de los lineales de casi todos los supermercados.

Danone reconoce el fracaso con cinco productos innovadores y sufre una caída en ventas

Danone asegura que el fracaso de estos productos clave no es ninguna señal de alarma para una empresa que acostumbra a lanzar al menos 30 novedades de producto cada año.

Explica que Danatel y Essentis fueron muy innovadores que no lograron hacerse hueco en un mercado competido, mientras que Danio fue un producto “muy especializado” y Yolado simplemente “no funcionó”.

El Danacol con frutas –explica— simplemente era una variedad de un producto cuya versión clásica se mantiene. Y para contrarrestar estos fracasos, la empresa explica que una de sus recientes innovaciones, Activia con cereales, tiene un gran éxito. Danone ha presentado recientemente tres nuevos yogures de los cuales dos sólo tienen innovación en la presentación y uno cuenta con caña integral, que reduce en 30% los azúcares añadidos.

Inventos fracasados, triunfo del clásico

El problema de la compañía, que ha perdido un 30% de su facturación desde el inicio de la crisis en España, es que no encuentra el camino para dejar de perder clientes y mercado.

Aunque Danone goza de una buena posición financiera y sigue siendo la primera marca de yogur (coloca la misma cantidad de producto que todas las marcas blancas juntas) sufre una crisis estructural que arrastra desde hace una década y que la hace caer cada año.

En la sede central de Francia preocupa el hundimiento de las ventas principalmente en España, aunque también hay descensosen otros mercados europeos.

Y mientras la compañía sigue inventando yogures contra la osteoporosis o la tensión alta, las apuestas clásicas, como el yogur griego, son las que la sorprenden con sólidos resultados de ventas. 

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