Dir se asoma al fin a los números verdes

La cadena de gimnasios catalana vuelve a la senda de los beneficios impulsada por un modelo de negocio basado en el volumen

Máquinas de un gimnasio Dir.

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Tras años en el alambre, Dir vuelve a dar señales de optimismo. A la cadena de gimnasios catalanes, la irrupción de la competencia low-cost la cogió con el pie cambiado. La sangría de clientes segó sus resultados durante varios ejercicios, hasta que la compañía decidió bajar precios con tal de ganar volumen. Y los números comienzan a darle la razón.

Fuentes de la empresa explican a Economía Digital que en 2018 los ingresos subieron desde los 44,2 millones de euros hasta los 46,8 millones. El incremento de la facturación contribuyó a una mejora de la rentabilidad: el ebitda ascendió el 18,3%, desde los 4,2 millones hasta los 5 millones.

Así, la compañía que preside Ramón Canela ya está prácticamente en el punto de equilibrio. Después de perder 1,7 millones de euros en 2017, los números rojos se redujeron hasta los 19.942 euros.

Y en el primer semestre de 2019, las cifras son ya mejores. Las ventas son de 24,9 millones de euros –al ritmo de casi 50 millones anuales–, el ebitda alcanza los 3,19 millones y el resultado neto roza los 400.000 euros.

La deuda de Dir

La caída del resultado de Dir incrementó el pasivo con la banca y la obligó a afrontar diversas refinanciaciones. La primera, en 2015; la segunda, en 2018 y por valor de 12 millones de euros. «El ratio entre la deuda y el ebitda ya está por debajo de tres veces», celebran desde la cúpula de la empresa.

La mochila con las entidades es ya de 10,58 millones. Los datos a los que ha tenido acceso Economía Digital revelan que los principales acreedores de la cadena catalana son BBVA y Banco Santander, a los que tiene que pagar 2,8 millones de euros. La cifra se redujo frente a los 3,4 millones y los 3,1 millones que debía en diciembre de 2017. El tercero en discordia es el Institut Català de Finances, con los que mantiene una deuda de 1,3 millones de euros.

La compañía de gimnasios logró dilatar el calendario de pagos hasta 2024. Además, obtuvo prácticamente una carencia hasta abril de 2020, pues hasta entonces solo tiene que hacer frente a vencimientos por valor de 1,65 millones de euros. La cosa se pone seria con la entrada de la nueva década: en 2020 deberá abonar 1,8 millones a las entidades y en el trienio siguiente, tres millones por año.

Dir: «ya generamos la tesorería que necesitamos»

Si bien Dir garantiza la deuda con sus gimnasios, las entidades ya han expresado en alguna ocasión su deseo de dar entrada a un nuevo inversor que aportase liquidez a la empresa afectada por «la entrada de nuevos operadores de bajo coste y de proximidad», como ella misma reconoce en las últimas cuentas anuales formuladas

Desde la sociedad contestan que la búsqueda de un socio no es ahora mismo «una prioridad» aunque tampoco es descartable. «Ya estamos generando la tesorería que necesitamos», añaden.

Además, Dir también tiene una deuda de 11,45 millones de euros con bonistas. El mecenazgo entre particulares se ha convertido en una de sus vías de financiación más recurrentes en los últimos años. Gracias a ella logró la apertura de nuevos centros en Barcelona.

A pesar de haber afrontado numerosas refinanciaciones, desde la empresa aseguran que siempre se da a los bonistas la posibilidad de liquidar su pasivo. «Cada renovación de bonos se consigue con intereses más bajos –los últimos, entre el 5,6% y el 6%–«, advierten.

Carles Huguet

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