Duro Felguera crece tras reducir al mínimo su presencia en España

La constructora, con un negocio de casi mil millones, ha disminuido sus ventas en el país del 45% al 12% en el último lustro. La facturación sube pero el beneficio se deteriora

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La constructora asturiana Duro Felguera ha disparado sus ventas en los últimos años gracias a su estrategia expansiva: diversificar el área de actividades y de países y reducir al máximo su presencia en España. La compañía, que roza los mil millones de euros anuales en facturación, está decidida a potenciar la estrategia de diversificación internacional, que ya supone el 88% de sus ventas.

La constructora, que desarrolla complejos proyectos de infraestructuras como centrales de generación eléctrica y proyectos de minería, ha reducido el peso del mercado español desde el 45% hasta un pírrico 12%. La estrategia no sólo ha permitido a la multinacional mantener los ingresos que ha perdido en el mercado español sino que ha elevado su facturación desde los 800 hasta los 924 millones de euros.

Venezuela paga tarde y mal

Con 150 años de experiencia, la constructora ha sabido ganar contratos en los cinco continentes con una agilidad sorprendente. Duro Felguera concretó el año pasado un contrato de 416 millones para buscar minerales en Australia para la multinacional Samsung. Fue el último de los negocios cerrados en su ampliación internacional que ya abarca 14 países de los cinco continentes.

Los beneficios de la empresa se impulsaron especialmente en 2012 cuando recibió una buena parte de los primeros pagos de las obras que firmó con el Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela. Las excelentes relaciones entre la empresa asturiana y el régimen le permitieron cerrar un contrato de 1.500 millones para la construcción de una enorme planta de generación eléctrica que capaz de suplir las deficiencias energéticas de la capital. Ese año, Venezuela representó el 45% de la facturación de la empresa asturiana.

Los inversores alertaron a la cúpula de la compañía sobre el enorme riesgo de una excesiva dependencia del país. Y el riesgo se materializó. Duro Felguera ha reconocido en su último informe económico hace pocas semanas que Venezuela se retrasa en los pagos. Además, la inflación y depreciación de las monedas en algunos países en los que opera comienzan a hacer peligrar las proyecciones económicas.

Más ventas, menos beneficios

La presencia de la constructora en las economías emergentes la ha obligado a tomar medidas para blindar los contratos. Duro Felguera ha comenzado a aplicar «cláusulas escalatorias referenciales» en sus proyectos en Argentina. Se trata de un mecanismo para «proteger sus inversiones en países con hiperinflación». Es decir, ajustes de los costes en función de la subida de los precios.

Con una plantilla de 2.060 trabajadores –el máximo alcanzado en el último lustro–, la compañía asegura en sus previsiones que mantiene sus expectativas de mil millones de euros pero el beneficio se ha desplomado desde los 126 millones de 2012 hasta los 41 millones en los primeros nueve meses del año. Los inversores aseguran que el alto riesgo por la exposición a algunos mercados emergentes hace que la compañía tenga una cotización bursátil por debajo de lo que corresponde a una empresa con su facturación.

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