El empresariado grita en privado que Mas no pacte con la CUP

La CEOE reclama "proporcionalidad" al Gobierno ante el desafio independentista, en un clima de máxima incertidumbre ante un Govern sustentado en la formación anticapitalista

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Los empresarios están nerviosos. Sus palabras públicas, sin embargo, intentan mostrar una apariencia de tranquilidad, con el objetivo de que el Gobierno central guarde las formas, y responda con «proporcionalidad» ante el desafío independentista. Ahora, más que la resolución aprobada en el Parlament, en la que se anuncia la ruptura con España, lo que realmente causa pavor es que Mas acabe pactando con la CUP. Y las denuncias en privado son de alta intensidad.

Las informaciones a lo largo del miércoles sobre la posibilidad de que Mas cediera casi todas sus atribuciones como President, para poder ser investido este jueves en el Parlament, han provocado nervios en las principales centros empresariales.

En Foment la idea que circula en los últimos días es que sería más conveniente ir a unas nuevas elecciones, en marzo, después de las elecciones generales, que iniciar una legislatura con Mas de presidente de la Generalitat, con el apoyo de la CUP. «¿Qué aprobarán, qué podrán hacer en distintos campos socio-económicos fuerzas políticas tan dispares?», aseguran fuentes de la patronal. Los empresarios lamentan que todo haya quedado «en manos únicamente de diez diputados», en referencia a la CUP.

Reto soberanista, pero sin la CUP

Justo antes de las elecciones catalanas del 27 de septiembre, se aceptaba el reto soberanista siempre que Mas lo pudiera controlar. Al final, los principales líderes patronales, como Joaquim Gay de Montellà, desde Foment, o Josep González, de la Pimec, conocen a la perfección a Artur Mas. Y, pese al distanciamiento o al margen de las diferencias en diferentes cuestiones, se consideraba que podía ser posible un entendimiento, a la espera de como quedara el panorama político español tras las elecciones del 20 de diciembre.

Pero lo que se quería evitar, la dependencia de Mas de la CUP, ha acabado ocurriendo, hasta el punto que no se concibe que el líder de Convergència se haya «entregado» de esa forma a la CUP.

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, buscó este miércoles un tono conciliador. «Hay que seguir tratanto la situación conforme a la ley, con tranquilidad y proporcionalidad, y tratar de solucionar el problema con la ley por delante», aseguró, pero añadió que para consolidar la recuperación económica «hace falta estabilidad y mantener las reformas».

La inquietud es notable, porque no se vislumbra una salida política en Cataluña, y no se desea, en ningún caso, un Ejecutivo que dependa de los diez diputados de la CUP.

En peligro la prestación de servicios

Las empresas concesionarias del sector público lo han explicitado. La declaración del Parlament del lunes para romper con España ruborizó a los responsables de estas compañías. Las más importantes están participadas por La Caixa, y han alertado que se puede poner en peligro la prestación de servicios básicos en Cataluña.

La Cámara de Concesionarios en Infraestructuras, Equipamientos y Servicios Públicos (CCIES), de laque forman parte empresas como Abertis, Agbar, Saba, Alsa y Memora, ha hecho pública su inquietud porque la declaración dice que renegociará «todas las financiaciones estructuradas».

Las compañías saben que la declaración fue impulsada por la CUP y que nada garantiza más su materialización que un Govern apoyado por la formación radical.

Para CCIES, la declaración pone en peligro todas las concesiones públicas, como los grandes contratos en infraestructuras, pero también servicios públicos de movilidad y comunicación, culturales, educativos, equipamientos socio-sanitarios, deportivos, de seguridad, etc.

Muchos obstáculos para el próximo Govern

Por tanto, pone «en evidente peligro la continuidad de la prestación de servicios» y cierra el acceso a financiación en Cataluña. Es decir, que puede llevar al nuevo Estado a la fallida técnica.

Por ello, las compañías han instado a la Mesa del Parlament a contrastar «la idoneidad de esta medida» y han pedido reflexión a los poderes públicos. Así piden a Mas que vuelva al camino del orden y se olvide de socios que le desvían de ese camino.

El nuevo Govern, si Mas logra el apoyo de la CUP, tendría un inicio complicado. Empresas, instituciones, medios de comunicación, como el Grupo Zeta o el Grupo Godó, que ha dejado claro su compromiso «con la ley», no desean que Cataluña pueda entrar en un colapso.   

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