El Supremo acaba con el colegio de ingenieros catalán

La corte invalida el decreto 141/2010 de la Generalitat, impugnado por 50 diputados del PP ante el Tribunal Constitucional

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El Colegio de Ingenieros Técnicos y Peritos de Telecomunicación de Cataluña vive en el tiempo añadido. El Tribunal Supremo ha dado la puntilla a una institución que lleva en eterno conflicto desde su nacimiento hace más de cinco años. La corte ha ratificado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que anuló el decreto de la Generaltat que daba amparo legal a la institución.

En la sentencia a la que ha tenido acceso Economía Digital, el magistrado falla contra el gobierno catalán y desestima el recurso presentado. Desde sus inicios, la vida de la institución no ha sido sencilla. Mantenida al filo de la legalidad durante años, la decisión judicial golpea ahora seriamente las aspiraciones de representatividad dentro del colectivo.

En conflicto con el colegio español

El protagonista de las pesadillas del colegio catalán ha sido la delegación en la Comunidad Autónoma del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación español. La institución se ha encargado de denunciar las juntas realizadas -todas excepto una- y los acuerdos alcanzados en ellas. No sólo eso, también acudió a la justicia para impugnar el último proceso electoral de la entidad. 

«Fue creado por segregación del colegio estatal», aseguran desde la entidad catalanista. Algo que niegan tajantemente desde la institución oficial. 

«Es una guerra sin cuartel», explican fuentes del sector. Un conflicto que se avivó desde el momento en el que el más de 50 diputados del Partido Popular impugnaron ante el Tribunal Constitucional (TC) el decreto 141/2010, que reconocía al colegio catalán. Cinco años después, el contencioso queda resuelto.

Los motivos del ‘no’

El ‘alto’ de los representates populares fue aceptado por el TC y en diciembre de 2013 el TSJC anuló la validez del colegio. Generalitat y colegio recurrieron la decisión, que casi tres años después ya es firme y les da la espalda.

Ahora, se abren varios interrogantes en el seno de la institución, que se desmarca de cualquier motivación política para justificar su existencia. Si bien no certifica su muerte, se hace muy complicado que el colegio pueda seguir con sus operaciones como tal.

Consultadas por Economía Digital, fuentes de la organización han declinado hacer comentarios, pues avisaban que todavía no habían recibido la sentencia.

Carles Huguet

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp