Fainé lidera el ránking de catalanes influyentes

Las personas con mayor capacidad de prescripción y presión en Catalunya no son políticos, sino hombres de negocios o antiguos parlamentarios regresados al sector privado

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Fainé, Simón, Andik, Rosell, Carulla o Godó forman parte del Olimpo de los empresarios y hombres de negocios más influyentes en Catalunya y mantienen una buena posición en España. Los que tiene más poder no coinciden con los que ocupan las poltronas políticas. Los condotieros de la economía prefieren influir, condicionar a mandar. Muchos han crecido a la sombra de La Caixa y sus filiales y tienen siempre la puerta abierta en los aledaños del poder.

¿Quién manda en Catalunya? ¿Quién es más influyente: el poder político o el empresarial? Se trata de dos dimensiones perfectamente interrelacionadas entre sí, donde las lindes y las barreras se superan con extrema facilidad. Mandar, influir, interesar a la sociedad son algunas de las actuaciones que ejerce un minúsculo grupo de personas de Barcelona que forman parte de la élite empresarial y cuyas opiniones acostumbran a tener el máximo predicamento.

En la mayoría de los casos, los líderes de la sociedad civil no proceden de procesos democráticos convencionales, sino de una meritocracia con claves propias y relaciones de poder que se reproducen bajo esquemas en los que la discreción y la cooptación son su principal activo.

Negocios influyentes

Así lo definen los expertos consultados para elaborar este ranking de personajes influyentes en Catalunya. Todos coinciden en señalar un mismo denominador: la verdadera influencia en Catalunya se ejerce desde el ámbito de los negocios y, a diferencia de Madrid, la política acaba siendo más un instrumento que un fin en si mismo. ¿El resultado? Ningún político en activo forma parte del ranking catalán de hombres influyentes.

Isidre Fainé está en la cúspide del ránking. Es un ejemplo de persona influyente más allá de que posea fortuna o poder directo. El presidente de La Caixa y Criteria Caixacorp hace pocos meses ostenta también la presidencia de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Con 68 años, este doctor en económicas y diplomado en alta dirección por IESE, ha hecho de la discreción y del trabajo en la sombra su escenario preferido. Su poder procede de los puestos que ocupa y de incidencia que le da el capitanear el Universo Caixa, tal y como dicen sus allegados.

Notable en Barcelona y en Madrid

Una vez realizada la expansión de La Caixa por el conjunto de España, bajo su batuta la principal entidad económica catalana se halla inmersa en un ambicioso proyecto de internacionalización. En Madrid, sus cargos en Telefónica y Repsol, de las que es consejero y vicepresidente, le facilitan una atalaya perfecta para influir. Fainé no juega a la política aunque a veces tiene que negociar o conversar con políticos y, sin alzar la voz, consigue más que otros con mil palabras. Su meta próxima, el mundo. A diferencia de otros financieros importantes, como Josep Oliu, del Sabadell, más centrado en el negocio bancario puro, Fainé es una referencia obligada para todo aquello que se mueve en la ciudad y tiene trascendencia.

Isak Andik es otro de los personajes importantes de Catalunya sin cargo público. Es el principal accionista y uno de los fundadores del grupo de moda Mango (junto con su hermano Nahman). Gracias a ello su nombre aparece en la lista de las personas más ricas de España y del mundo que elabora la revista Forbes, en la que entró en 2004 (fecha en la que su fortuna se calculaba en 1.600 millones de dólares). En 2009, Andik ocupaba el puesto 296 del mundo con aproximadamente 2.300 millones de dólares. El talante reservado de Andik hizo que hasta 2006 fuese casi imposible tener fotografías suyas.

Pero poco a poco este retraimiento ha ido cambiando. En 2010 Andik aceptó presidir el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), un lobby que representa a las familias empresarias más importantes de España, que siempre ha tenido catalanes en sus puestos de mando. Ha comenzado a formar parte de diferentes consejos de entidades y la Generalitat lo ha mostrado como modelo de empresario innovador y arrojado.

Un periodista frustrado

Juan Rosell, el renovado presidente de Foment del Treball, es otro gran notable. De joven quería ser periodista. Incluso colaboró en Diari de Barcelona y en Tele Expres. Pero, según afirman sus allegados, las presiones familiares consiguieron que se graduara en ingeniería industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Luego estudió ciencias políticas en la Universidad Complutense de Madrid, carrera que no concluyó. La primera incursión de Rosell en el mundo empresarial fue dirigir el grupo familiar Juguetes Congost, entre 1983 y1992. Posteriormente inició una carrera sin freno con nombramientos en diferentes consejos de administración: Enher y luego Fecsa-Enher entre otros. Presidió la corporación Uniland y ha formado parte también de consejos de sociedades como Siemens España, Endesa Italia, Endesa, Applus, Aigües de Barcelona, Port Aventura, Gas Natural y Criteria Caixa corp, entre otras. Muy joven ocupó la presidencia de la patronal catalana tras la muerte de Antoni Algueró.

Liberal en lo ideológico, Rosell es un hombre próximo a las tesis del PP, aunque mantiene unas relaciones excelentes con determinadas facciones de CiU y con el PSC. En todos los casos, los políticos destacan siempre su flexibilidad y pragmatismo, una virtud que le permite ser un patrón influyente incluso entre los sindicatos.

En la sociedad civil, Rosell es patrón de la fundación de FC Barcelona, y vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). A partir de su reelección en Foment ha presentado su candidatura a liderar la CEOE. Si consigue este cargo, de la misma manera que ha hecho siempre, su tarea fundamental será, como dijo nada más ser reelegido, “influir sin dejarse influir”.

La burguesía comprometida con el país

Artur Carulla es otro nombre sonoro entre la burguesía de Catalunya y un influyente emergente. Forma parte de la segunda generación de una conocida familia emprendedora. Su padre, Lluís Carulla, fundó en 1937 Gallina Blanca, firma especializada en la venta de condimentos como el popular Avecrem, que mejoraba el contenido de las poco sustanciosas sopas de la década de los años 50 del pasado siglo. La alimentación y los productos de gran consumo son la base de la corporación empresarial familiar. Artur Carulla asumió a finales de 2009 la presidencia de la corporación Agrolimen, la descendiente directa del grupo Gallina Blanca. El conglomerado comercializa marcas como Ausonia, Lindor, Bocatta, Avecrem o Brekkies Excel. Licenciado en ciencias empresariales, forma parte del consejo de administración de Repsol-YPF, además de desempeñar cargos en fundaciones como la vicepresidencia del Círculo de Economía y en el Patronato de la Fundación Esade.

Catalanista como su padre, Carulla heredó, además de las empresas la vertiente civil iniciada por aquel, con su apoyo a la Fundación Carulla. También participa en el lobby nacionalista Femcat que agrupa a empresarios que se han involucrado en la compra de la aerolínea Spanair. Además, Carulla es uno de los impulsores del nuevo periódico en catalán, Ara, que se imprimirá el día después de las elecciones al Parlament de Catalunya.

Ángel Simón es un ejecutivo emergente en la economía catalana y española. De 54 años, preside el grupo Agbar, un complejo entramado de empresas que hasta el año pasado dependía del entorno de La Caixa, pero que ahora tiene de accionista de referencia a Suez Environement, que con la compra ha mejorado hasta septiembre un 14% sus ingresos, hasta los 10.140 millones de euros. Tras la compra de Agbar por Suez, Simón ha sido nombrado miembro del consejo de administración de la multinacional francesa, en una escalada de la que no se conoce el límite. A pesar de que la mayor parte de su carrera la ha realizado en Aguas de Barcelona, su inicio tuvo como escenario la administración pública. Entre 1989 y 1995 fue gerente de la desaparecida Corporación Metropolitana de Barcelona. Ahora, siguiendo la línea de discreta presencia de los poderosos ha dado su apoyo a Juan Rosell en su carrera por la presidencia de la CEOE.

Un sindicalista atípico

Josep María Álvarez no es empresario, es sindicalista, pero también en las esferas del poder se le califica como un catalán al que hay que oír. Asturiano de nacimiento (nació en 1956), es secretario general de UGT de Catalunya desde 1990. Desde esa posición ha unido la defensa de los trabajadores y el enraizamiento del sindicato en Catalunya. Por ello ha recibido el Premi d’Honor Jaume I.

Es conocida su faceta negociadora y pactista, lo que le ha llevado a arrostrar compromisos a veces poco comprendidos por sus mismos compañeros. Sin tener una actitud directamente política sus opiniones pesan en las esferas de poder de Catalunya y España. Ha sido especialmente influyente durante el gobierno del tripartito.

Salvador Alemany es otro peso pesado del empresariado catalán al que llegó desde la gestión de los aparcamientos y las autopistas. Alemany preside el grupo de infraestructuras más importante de España, Abertis, en la órbita de La Caixa. Antes, tuvo una esfera pública, como responsable del área de baloncesto de CF Barcelona. Este licenciado en ciencias económicas ha decidido hacer oír su voz al presidir el Círculo de Economía, un lobby que es como el Barça “más que un club”… Esta actividad pública ha hecho que su nombre sonase incluso para ocupar el cargo de conseller de Economía si CiU gana las próximas autonómicas. Sin embargo, parece que su incursión en la política es incierta: Alemany habría rehusado el ofrecimiento.

Josep Piqué es un caso claro de persona que opera casi al mismo tiempo en los ámbitos político y económico. Doctor en económicas y empresariales fue antifranquista precoz. Más tarde fue alto cargo autonómico. En 1998 llegó a presidir la química Ercros y, al mismo tiempo, el Círculo de Economía. Desde ahí desembarcó directamente en el gobierno de José María Aznar donde fue ministro de Industria, portavoz del Gobierno y ministro de Asuntos Exteriores.

Piqué retornó a la política catalana como líder del PP y tras una agitada etapa en el Parlament, recaló finalmente en la empresa privada a partir de 2007. Desde entonces ha presidido la línea aérea Vueling y participa en otros consejos de administración, como Applus o el portal de Internet especializado en bodas: Bodaklic. Mientras, se deja querer por todas las fuerzas políticas de centro derecha.

Mejor fuera de la política

Miquel Roca lo ha sido casi todo en el ámbito político, pero, en opinión de los que le conocen en su faceta privada es “mucho más” en el mundo de los negocios. Durante años, este brillante parlamentario fue el número dos de Jordi Pujol. Ambicioso en lo personal y desencantado de la política, Roca se dedica desde 1996 a la asesoría legal en el despacho Roca Junyent Abogados Asociados. En este bufete trabajan 242 profesionales con 65 socios que brindan asesoramiento jurídico en casi todas las áreas. En 11 años este despacho con sucursales hasta en Shanghai ha experimentado uno de sus crecimientos más espectaculares y ya es uno los doce bufetes que más factura en España.

Los que conocen a Roca de su pasado político no dudan en vincular su agenda de contactos con el desarrollo astronómico alcanzado por su negocio privado. Roca tiene poder y lo ejerce. Lo hace en su despacho, con sus consejos e incluso con sus cortos artículos de opinión en La Vanguardia. En el aspecto ciudadano, Miquel Roca presidió el consejo social de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) y tiene silla en los principales foros de Barcelona, como la Junta d’Amics del MNAC o la Fundació Abertis entre otros.

Javier Godó, Conde de Godó, de 61 años, es hijo de una conocida familia de empresarios catalanes. Licenciado en económicas se incorporó al grupo de prensa que tiene La Vanguardia como buque insignia en 1971, y en 1987 sucedió a su padre al frente de todos los negocios familiares.

Es presidente del Grupo Godó, presidente-editor de La Vanguardia, presidente de Mundo Deportivo y vicepresidente de Unión Radio, de la Fundación Conde de Barcelona, de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País y del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

Pese a su condición de editor, también es miembro del consejo ejecutivo de La Caixa (es su vicepresidente tercero) y de Criteria CaixaCorp desde el año 2005. Por su doble condición de noble y empresario de la comunicación, su influencia llega hasta los aledaños de la Casa Real, según afirman en su entorno.

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