Grupo Cano renuncia a Barcelona por 50 millones de euros

La red de concesionarios valencianos consigue la dación en pago con la banca acreedora y liquida las tres sociedades que tenía en Catalunya

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Grupo Cano ya es historia en Catalunya. La red de concesionarios valencianos ha liquidado las sociedades con las que explotaba los concesionarios de ronda Litoral y la calle Balmes de la capital catalana, dedicados a las marcas BMW y Mini. El Juzgado de lo Mercantil 2 de Valencia autorizó la desaparición de Cano Catalunya, Litoral Motor y Moto Sport.

Esta operación era la clave de bóveda del plan económico aprobado por la administración concursal. El grupo fundado por Antonio Cano (ahora en manos de su hijo Jesús, director general) ha rebajado a la mitad su pasivo reconocido. Es decir, la insolvencia ha pasado de ser de 105 millones de euros a 50 millones.

Dación en pago

Los gestores de la compañía y la administración concursal negociaban una dación en pago con la banca acreedora desde abril de 2012. La operación ha tardado más de un año en firmarse porque era extremadamente compleja.

Las principales entidades implicadas eran Bankia y Banco de Valencia, con quienes llegaron a un pacto previo. La transformación del sistema financiero en España ha atrasado la compensación de la deuda. En la última etapa, Grupo Cano ha tenido que negociar con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y Caixabank, los nuevos propietarios de las dos entidades anteriores.

Cierre en Sant Cugat

La joya de la corona de Grupo Cano en Catalunya era la macrotienda que inauguró en 2008 en la ronda Litoral. La insolvencia del grupo propició su cierre durante un corto período de tiempo, pero el grupo BMW adquirió el inmueble para continuar con el negocio. La reestructuración del pasivo motivó el cierre de otro de los grandes centros que Cano tenía en Catalunya, la tienda de Sant Cugat del Vallés (Barcelona). Se despidió de la ciudad en mayo de 2012.

Grupo Cano decidió solicitar el concurso voluntario de acreedores a principios de septiembre de 2011. La cúpula justificó en ese momento que el ambicioso plan de expansión y la crisis de consumo llevaron sus finanzas hasta el límite. Ahora, se centrarán en el core del negocio: la Comunitat Valenciana, aseguran fuentes de la compañía.

El grueso, en Valencia

Cuando la compañía suspendió pagos integraba un total de 19 empresas, tres de ellas en Catalunya y el resto en Castellón y Valencia. Ante la necesidad de reducir el pasivo, las sociedades catalanas quedaron fuera del plan de viabilidad del grupo y, como consecuencia, ahora se ha iniciado el proceso de extinción.

Pero no han sido las únicas. Fuentes próximas a Cano aseguran que otras dos empresas castellonenses y cuatro valencianas irán a liquidación. El grupo se quedará finalmente con 10 sociedades, todas ellas en la Comunitat Valenciana, tras plegar velas en Catalunya.

Con esta importante reducción de la estructura societaria, Cano aspira a continuar con la actividad, una vez liquidados todos los activos de las empresas que se declararon inviables. El proceso se ha alargado más de lo esperado y los avances son lentos y tediosos.

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