Los ajustes extraordinarios roban más de 9.000M en beneficios al IBEX

Los resultados en 2019 de las grandes empresas españolas está quedando deslucidos por las reestructuraciones y las pérdidas de valor de activos

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. EFE

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La temporada de resultados de 2019 se está quedando deslucida por los fuertes ajustes extraordinarios que están llevando a cabo las grandes empresas de la bolsa española. La petrolera Repsol ha presentado este jueves los resultados de su último ejercicio, reflejando unas pérdidas de más de 3.000 millones de euros, tras afrontar ajustes extraordinarios por valor de 5.823 millones. Y no ha sido el único. Otros de los principales componentes del Ibex 35, como Banco Santander, Telefónica o Caixabank, también han visto sus cuentas mermadas por ajustes extraordinarios -ajustes de valor, costes de reestructuración por ERE o bajas de plantilla o provisiones extraordinarias- que rozan en su conjunto los 9.700 millones. 

En el caso de Repsol, la cuantía se divide en dos partes. La energética se ha comido 4.849 millones de euros para ajustar el valor de sus activos energéticos. El resto, 837 millones de euros, se han consignado en una provisión prudencial por el litigio en Singapur entre Talismab y Sinopec, que es previo a que Repsol comprara la compañía; un proceso que no se espera que se resuelva hasta al menos 2022.

Telefónica, que también ha presentado resultados anuales este viernes, también ha visto mermar sus beneficios por las reestructuraciones de sus divisiones en México, Argentina y al plan de bajas anunciado por la compañía de José María Álvarez-Pallete el pasado septiembre en España. 

Su filial mexicana le costó a la teleco 454 millones de euros por asumir sus impuestos diferidos, más otros 275 millones por la transformación de su modelo de negocio. El deterioro del fondo de comercio de Telefónica Argentina le arrebató otros 206 millones de euros. La provisión para el plan de bajas en España, por las que dará salida a 5.000 trabajadores -un 20% de su plantilla-, es algo inferior, de 193 millones de euros. En total, 1.128 millones. 

Santander y Caixabank, un impacto de 2.715 millones

Este tipo de ajustes también los acometió Banco Santander, otro de los motores del Ibex y que tuvo que asimilar un impacto negativo de 1.737 millones de euros.

Esta pérdida se debió al deterioro de su negocio en Reino Unido por parte de la entidad que preside Ana Botín. Precisamente, la presidenta fue la encargada de dar a conocer, en la presentación de resultados del tercer trimestre de 2019 que el mal rendimiento de la filial británica​, Santander UK, fue consecuencia de la presión regulatoria, la mayor competencia y la incertidumbre sobre el brexit en un momento en el que todavía no se conocía cuál sería finalmente el rumbo del país. 

En este caso, las cuentas del Santander registraron una caída de sus beneficios del 17% hasta 6.515 millones de euros. Uno de sus competidores, Caixabank, también registró un impacto de 978 millones de euros debidos, en este caso, al expediente de regulación de empleo (ERE) llevado a cabo por el banco que dirige Gonzalo Cortázar.

La salida de 2.023 trabajadores del banco le supuso un gasto extraordinario de 978 millones de euros. Sin ese ajuste, Caixabank habría ganado 2.390 millones de euros, lo que habría supuesto un incremento en sus resultados anuales del 20,4%. Incluso en el rendimiento sobre el capital (ROTE) habría subido del 7,7% al 10,8%. Caixabank finalmente cerró el año con unas ganancias de 1.705 millones de euros, lo que le supuso un 14,1% menos que en el año anterior. 

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