Los concesionarios enmudecen ante la crisis de Volkswagen

Algunos vendedores en Estados Unidos aseguran no saber nada, piden paciencia a los clientes y pasan la patata caliente al grupo alemán

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¿Tiene uno de los coches que están ahora en la lista negra por el escándalo de Volkswagen? Si la respuesta es sí, deberá ser paciente y esperar. Al menos esa es la postura que comparten varios concesionarios de la costa oeste de Estados Unidos.

Los vendedores, que son los que al final tienen que dar la cara ante el cliente, aseguran que reciben la información a cuenta gotas si es que les llega alguna.

Y mientras algunos no quieren comentar nada relacionado con el escándalo, como el concesionario Herzog-Meier de Portland que rehúye cualquier pregunta relacionada con el diesel-gate otros, como el concesionario Dick Hannah –también en la Ciudad de las Rosas– hablan, aunque poco, sobre el caso de los motores trucados para reducir las emisiones contaminantes.

«Ahora mismo no hay una solución para estos vehículos. Nosotros, de momento, no podemos vender determinados diésel. Nuestro jefe aquí es el dueño del concesionario y no Volkswagen. Lo único que podemos decir es que el cliente, de momento, tendrá que esperar», explica Araabi Sharif, uno de los vendedores de este establecimiento.

Pasan la pelota a la sede del grupo

Algo más habladores, pero no demasiado, son los dealers –como en Estados Unidos se les conoce– de Seattle, aunque gran parte de ellos repiten lo mismo: ante cualquier duda hay que preguntar a las centrales de Volskwagen en EEUU. No se quieren mojar, sino que más bien se lavan las manos y pasan la patata caliente al grupo alemán.

Saben que la compañía está intentando hallar una solución y que ha puesto a disposición de los clientes un número de teléfono y una plataforma on line para resolver sus dudas. Pero ¿es esto suficiente? Y, ¿qué pasará con las ventas? Porque eso sí que les concierne a los vendedores.

«Siendo realistas las ventas bajarán durante un tiempo, aunque esperamos que crezcan pronto. El grupo Volkswagen está haciendo lo correcto y la gente volverá a creer en la marca», explica uno de los dealers  de University Volkswagen de Seattle a Economía Digital.

Consejos de la EPA

Pero hasta que llega esa respuesta tan esperada por parte de Volkswagen, la Agencia norteamericana de Protección Ambiental (EPA) recuerda cuál es el procedimiento normal que hay que seguir en estos casos.

Explica que los modelos afectados son el Jetta, el Jetta Sportwagen, el Beetle, el Audi A3, el Golf y el Passat y que se pueden seguir utilizando a la espera de que la firma automovilística los repare sin ningún coste para el cliente. Insiste en que los dueños de los coches recibirán una llamada del fabricante para darles toda la información y las instrucciones que tendrán que seguir a partir de ahora.

Entre los afectados también hay comerciales de VW

Pero el desconcierto de algunos propietarios no desaparece. «No sabemos qué hay que hacer todavía, pero la compañía insiste en que la conducción es segura. Yo tengo uno de los modelos de Golf afectados y estoy esperando como el resto de clientes. No estoy preocupado porque dicen que los niveles de emisiones contaminantes no superan tanto los permitidos y que la conducción es segura», explica uno de los vendedores del concesionario Volkswagen San Francisco a quien también ha afectado personalmente este crisis.

Sin embargo, la EPA discrepa. «La EPA y la Agencia de Recursos del Aire de California (CARB) han colaborado en las pruebas de estos coches y han determinado que los vehículos en la carretera son hasta 40 veces más contaminantes de lo que está permitido. No obstante, los coches son seguros y legales. Así que los propietarios no tienen que realizar ninguna acción en este momento», señala Julia P. Valentine del departamento de relaciones públicas de la EPA. 

La Agencia insiste en que ahora sólo queda esperar a conocer el plan que desarrollará Volkswagen para suprimir o modificar el software que manipula los niveles de las emisiones contaminantes para que los vehículos consigan pasar los controles. Y todo ello sin que les cueste ni un dólar o euro a los clientes. 

 

Economía Digital

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