Los Sumarroca frente a la banca: piden tiempo para salvar la constructora

La banca rechaza la propuesta anticipada de convenio con la que los Sumarroca querían solventar el concurso de acreedores de Teyco por la vía rápida

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Pulgada a pulgada, la banca ensombrece el futuro de la constructora de la familia Sumarroca. La antigua Teyco, rebautizada como Top Proyectos y Contratas, no logra convencer a la banca para que apruebe la propuesta anticipada de convenio con la que pretendía eludir por la vía rápida el concurso de acreedores en el que cayó el pasado enero. Con una deuda de 43 millones, la saga catalana pide más tiempo para tratar de convencer a las entidades.

Según explican fuentes judiciales a Economía Digital, la propuesta de los Sumarroca no recabó la aprobación ni del 30% de los acreedores. Los dos que arrastran mayor peso del pasivo, BBVA, con 5 millones de euros y Sareb, con 3,8 millones, fueron especialmente críticos con la oferta.

Las mismas voces señalan que Top Proyectos y Contratas pidió una quita del 60% de la deuda y dos años de carencia en el pago. Tras el rechazo, la compañía no ha modificado la oferta. Ha solicitado al juzgado de lo mercantil número 9 de Barcelona que abra la fase común, por lo que ahora dispondrá de más meses para ganarse el favor de las entidades y el resto de proveedores.

Fuentes de la empresa defienden a este medio que el convenio propuesto «es totalmente viable» y sostienen que es «sólo una cuestión de tiempo» que recabe los apoyos necesarios. «Abrir el proceso ordinario no nos acerca a la liquidación», aseguran. Disfrutarán de hasta cuatro meses para eludirla.

BBVA, Sareb, Santander, Caixabank, Sabadell y Novobanco son las entidades acreedoras de Top Proyectos y Contratas

Las conversaciones entre la banca y la empresa están supervisadas por Rousaud Costas Duran, que representa a la concursada; Garrigues, por parte de las entidades; y Deloitte, como asesor independiente. Además del BBVA y Sareb, también están entre los acreedores financieros Banco Santander, Caixabank, Sabadell y Novobanco.

A pesar de la negociación, fuentes financieras señalan que existen posibilidades de que la empresa acabe en liquidación, pues ven muy complicado que la firma familiar logre acabar con el pasivo acumulado durante años. El rumbo de la decisión, dicen, lo marcará el BBVA. Entre los más partidarios del cierre de la empresa está Sareb, poco amiga de destinar recursos a refinanciaciones sobre activos ya heredados de compañías en problemas.

Y es que los Sumarroca ya son viejos conocidos de los ejecutivos bancarios. De llegar a un acuerdo, sería el segundo desde junio de 2015, cuando la compañía se vio obligada a vender la filial Constraula y selló un pacto para reducir la deuda de 37 a 13 millones de euros.

El plan de viabilidad trazado no pudo cumplirse entonces ante la crisis del ladrillo y la “campaña de descrédito” contra el entonces primer ejecutivo, Jordi Sumarroca Claverol, detenido e imputado en julio de ese mismo año el marco del ‘caso 3%’ de Convergència.

El plan de los Sumarroca: evitar la obra pública y vender la deuda

En cambio, ahora el plan de la familia pasa por redimensionar Top Proyectos y Contratas, evitar los grandes proyectos y dar un viraje histórico: renunciar a la obra pública para centrarse en clientes privados. En invierno, la nueva orientación ya conllevó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 36 de sus 71 empleados.

La constructora también busca «un comprador para activos de liquidez no inmediata”, como proyectos todavía no cobrados, para hacer frente a las obligaciones con los proveedores. Además, también tiene en venta varios inmuebles que tiene en propiedad. Sin embargo, la mayor parte son intocables ya que están pignorados como garantía del pacto firmado con las entidades hace tres años.

Décadas al calor del dinero público

El nuevo rumbo supondrá un salto frente a la actividad tradicional de la empresa, vinculada a la obra pública, especialmente durante los gobiernos convergentes al frente de la Generalitat de Catalunya. El patriarca de la familia, Carles Sumarroca Coixet, fue uno de los fundadores del partido.

Según el Diari de Gironacon Jordi Pujol como presidente catalán –entre 1982 y 2003– la concesionaria y Emte –de la familia Miarnau— se repartieron contratos por valor de 285 millones de euros. Entre 2012 y 2015, con Artur Masal frente del gabinete, las adjudicaciones para Teyco alcanzaron los 15 millones de euros.

A pesar de reducir la factura pública de forma drástica desde 2015, el dinero de la administración no abandonó del todo las arcas de la firma. Actualmente construye parte de un pabellón para los Juegos del Mediterráneo, que deben celebrarse en Tarragona, por 4,2 millones de euros.

La compañía de los Sumarroca cerró 2015 con un patrimonio neto y unos fondos propios de 11,17 millones de euros, mientras el capital era de 29,5 millones. Como advertía la auditoría de Deloitteestas cifras la situaban en causa de disolución: esta situación patrimonial se produce cuando los fondos propios son menos de la mitad del capital, y supone que si un acreedor insta el concurso, la compañía pasa a situación concursal.

Desde entonces, la facturación cayó desde los 42 millones de euros hasta los 18 millones en los que esperaba cerrar el ejercicio 2017.

Carles Huguet

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