Los súpers decretan el fin del plástico pero generan más residuos que nunca

Las cadenas de supermercados han declarado la guerra a las bolsas de plástico pero siguen generando residuos innecesarios en todos sus procesos

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Los supermercados españoles se han apuntado a la guerra contra las bolsas del plástico. Las grandes cadenas han decretado el fin de la era de las bolsas de plástico que terminan en los océanos creando inmensas islas flotantes de basura. Lidl ha sido la primera en hacer campaña de márketing contra el desperdicio de las bolsas de plástico y ha iniciado un proceso para suprimir su uso en los supermercado, un proceso que culminará a finales de año.

La cadena de supermercados alemana se quiso adelantar al plan de Mercadona para eliminar las bolsas de plástico el próximo año, una medida que la empresa dirigida por Juan Roig anunció el mes pasado. Mercadona sólo usará plástico reciclado, bolsas de papel y rafia a partir de 2019 en una medida para reducir el impacto negativo ambiental de su actividad.

España desecha al año 660 millones de bolsas de plástico, que son utilizadas apenas durante unos 15 minutos: para llevar la compra del supermercado a casa. Después de ese uso fugaz, tardarán unos 500 años en descomponerse. Se trata de un problema ambiental de primer orden que las leyes europeas y españolas intentan contener. España prohibirá su uso a partir del 2021 para intentar evitar lo que los grupos ecologistas están alertando: a este ritmo, en 2050 habrá más bolsas de plástico que peces en los océanos.

Del márketing a la realidad

“Lidl lleva tiempo probando alternativas más sostenibles para llevar la compra a casa. En 2010 ya introdujo la bolsa de rafia en su surtido. En septiembre de 2017 comenzó a probar las bolsas de papel de origen sostenible y desde principios de 2018 las ofrece en todos sus establecimientos de España. La decisión de Lidl de dejar de vender bolsas de plástico está avalada por sus clientes”, explica la empresa en su web, donde se quiere promocionar como cadena comprometida con el medio ambiente.

Pero la campaña de márketing con las bolsas de plástico no se corresponde con el desperdicio generado en todas las secciones. Para la fruta, tanto Mercadona como Lidl siguen usando bolsas de plástico no sólo para envolverla sino también que es obligatorio que los clientes toquen la fruta siempre con guantes de plástico. La medida higiénica se aplica también para fruta con cáscara y conchas como plátanos, aguacates o mangos.

En Mercadona, además, también se usan los guantes de plástico en la sección de horno donde las papeleras lucen repletas de decenas de desechos de plástico usados para tocar un pan.

Los mangos en DIA también vienen en bandejas que son a su vez envueltas con plástico. Y papel de plástico también se usa para partir frutas como sandías y melones que son vendidos en medias piezas. Y la nueva moda de comida preparada en bandejas también supone un enorme impacto en bandejas y cubiertos de plástico.

Las cadenas aseguran que se trata de un objetivo pendiente. Aseguran que estudian nuevas fórmulas para reducir el dispendio de plástico en todos sus procesos. Mientras tanto, la comida se sigue transportando, manipulando y vendiendo envuelta de plástico.  

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