Los zapatos Cuplé quieren extender su ‘made in Spain’ por Cataluña

La firma ilicitana, que ya está presente en algunas ciudades, prepara la apertura de una nueva 'flagship' en Barcelona

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Los zapatos Cuplé ya taconean por varias ciudades de España. Pero entre sus objetivos para el próximo año destaca uno: Cataluña. Aunque la firma ilicitana ya está presente en Barcelona y Girona quiere extender, todavía más, su made in Spain por el territorio catalán.

Entre sus planes a corto plazo se encuentra la apertura de una flagship –espacio de referencia– en la capital, que se sumaría a las que ya tiene en Valencia y Madrid. «En Barcelona todavía caben más tiendas. Queremos afianzarnos y fortalecer más la marca en Cataluña», asegura a Economía Digital el consejero delegado de Cuplé, Francisco Sánchez.

Tercera generación

Con tres décadas de vida en sus suelas, esta compañía familiar –dirigida por la tercera generación– saca pecho y presume de que su producción es, al 100%, española. «Tenemos tres fábricas en Elche y una de curtidos en Lorca. Contamos con una historia que nos avala», explica Sánchez.

A parte de Cataluña, Cuplé también quiere estar presente en Salamanca, Valladolid y Santander. Son las asignaturas pendientes que espera superar en 2015. Con una facturación en 2013 próxima a los 20 millones de euros, la compañía prevé poner punto y final a este año con un crecimiento de las ventas que oscilará entre el 15% y el 20% gracias, en gran parte, a la internacionalización.

«En España ha habido una recesión de consumo, que todavía continúa», dice Sánchez. Sin embargo, la red comercial de la enseña supera ya el centenar de tiendas, con 25 propias y el resto franquiciadas.

A la espera de entrar en Asia

Hace apenas tres años, la marca optó por abrirse paso a nuevos mercados. Actualmente, está presente en 10 países. «Seguimos creciendo por la internacionalización que hacemos a través de la masterfranquicias. Estamos ya en Europa, Suramérica y Oriente Medio», añade el consejero delegado de Cuplé.

Y, según Sánchez, una de las principales razones de la buena acogida de la marca fuera de España es su sello de fabricado en España. «Gracias a ello estamos creciendo en el extranjero. El mercado está saturado de productos de baja calidad y del ‘todo vale’, pero la gente está apostando por pagar un poco más y tener unos zapatos buenos», subraya.

Ahora, la idea de los hermanos Sánchez –Francisco y Teresa– es intentar entrar en Asia, un mercado donde todavía no están presentes, pero donde esperan aterrizar pronto.

Economía Digital

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