Rajoy exaspera a los pretendientes catalanes de Cacaolat

El candidato del Partido Popular celebra un miting en las instalaciones madrileñas de Central Lechera Asturiana en la semana clave para Cacaolat. La visita se produce en plena disputa judicial por la competencia de la venta de la marca catalana, el único activo de Clesa

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Mariano Rajoy habría distorsionado el proceso de adjudicación de Cacaolat en una semana clave. Esta es la sensación que ha calado entre los responsables de uno de los consorcios catalanes que quieren integrar la marca de batidos en su grupo. Al menos dos de los tres aspirantes han presentado ya sus ofertas mejoradas y el viernes se podrían abrir los sobres para conocer las cantidades finales que Central Lechera Asturiana, Cobega-Damm y Vichy Catalán ofrecen por los activos de Cacaolat.

En este contexto, el líder del Partido Popular y presidente virtual del Gobierno, celebró este martes un miting político en las instalaciones que Central Lechera Asturiana tiene en Zarzalejo (Madrid). En ningún momento se refirió a la licitación, pero su presencia allí ha provocado el rechazo en al menos una de las candidaturas catalanas. Los sindicatos prefieren también que llegados a este punto, no se produzcan manifestaciones políticas de ningún tipo que puedan mostrar ciertas preferencias.

La visita de Rajoy se interpreta por los responsables de uno de los aspirantes catalanes como un apoyo político velado a una de las partes y a que sea el juzgado madrileño que tutela el concurso de acreedores de Clesa, dueño del 95% de las acciones de Cacaolat, quien tome la decisión final. Esta misma semana el Juzgado Mercantil Número 6 de Barcelona debe contestar a su homólogo de Madrid sobre una nueva solicitud para que la venta de Cacaolat se acumule en el proceso de Clesa, el antiguo conglomerado alimenticio de los Ruíz-Mateos.

Evitar la politización

La Generalitat de Catalunya y los sindicatos quieren evitar la politización de la decisión, aunque no les ha sorprendido la maniobra de Rajoy. En CCOO consideran que no es momento para la política. Aunque tuvo su momento, creen que “ahora estamos en un punto en el que los tres aspirantes han garantizado empleo y inversiones industriales, que era nuestro objetivo”, según el secretario general de la sección agroalimentaria del sindicato. La consejería de Francesc Xavier Mena también mantiene una posición de observador.

El consejero prudente

Mena, que no ha ocultado su preferencia por una opción catalana, ha dado un paso atrás y ha adoptado una posición vigilante. El consejero de Empresa y Ocupación considera que el único argumento que tienen en Madrid para acumular Cacaolat a Clesa es el político. De este modo, la Generalitat se mantendrá al margen para que sólo se valoren las ofertas por sus características técnicas. No quieren alimentar otros argumentos. Según fuentes de la consejería consultadas por Economía Digital, sólo saltará a la palestra si se aprecia el riesgo de que sea el juez de Madrid el que decida el futuro de Cacaolat, como ya ocurrió en agosto.

Ismael García Villarejo

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