Spanair aligera su plantilla en Madrid en 40 personas

La aerolínea presidida por Ferran Soriano pacta un ERE con los sindicatos para reducir el personal de tierra en la base madrileña

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El proceso de adelgazamiento de la estructura de Spanair y de reorganización estratégica le ha llevado a concentrar en su base aeroportuaria de Barcelona el núcleo principal de la actividad. Primero fue el traslado del personal desde Palma de Mallorca a la capital catalana y ahora el ajuste le llega a la capital española. La dirección de la compañía y la mayoría del comité de empresa madrileño pactaron la pasada semana un expediente de regulación de empleo (ERE) para reducir en 40 personas el personal de tierra que presta sus servicios en el aeropuerto de Barajas.

El acuerdo entre la empresa y la representación laboral se formalizó el pasado día 21, según ha podido saber Economía Digital y han confirmado fuentes oficiales de la compañía. El acuerdo ha sido suscrito por 16 delegados de los 22 que componen el comité de empresa del centro de trabajo madrileño. Sólo CCOO, con un representante, se ha opuesto a la reducción de personal.

Fuentes de Spanair han inscrito el reajuste laboral en el marco de los asuntos que quedaban pendientes para reequilibrar el personal a la nueva realidad de la compañía: la base operativa principal es Barcelona y no Mallorca o Madrid. En consecuencia, ese reequilibrio permite al grupo presidido por Ferran Soriano concentrar sus efectivos y esfuerzos en el aeropuerto de El Prat.

Aliados industriales

Spanair se halla en un proceso de búsqueda de alianzas con aerolíneas para garantizar el futuro de la compañía, que se ve amenazado por las acuciantes necesidades financieras. Hace escasas semanas, el grupo ha recibido una inyección de fondos procedentes de Fira de Barcelona, que a su vez habían sido financiados por el Govern de la Generalitat.

La cúpula de la compañía espera cerrar las alianzas con socios industriales antes del verano. De lograrse, la Generalitat deberá aclarar si también aporta recursos a la aerolínea para ésta se convierta en el operador aeronáutico de El Prat que garantice la conexión con vuelos intercontinentales.

Las necesidades totales de capital rondarían los 300 millones de euros, según explican expertos del sector conocedores de la marcha del grupo.

Economía Digital

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