Un nuevo tratamiento ahorrará el trasplante de hígado por hepatitis C

El 40% de los pacientes desarrolla una lesión crónica importante provocada por la enfermedad; en Cataluña hay 70.000 casos

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En Cataluña aproximadamente hay unos 70.000 pacientes infectados con hepatitis C, de los cuales cerca del 70% es crónico al tener replicación del virus, y de ellos más o menos un 40% tienen una lesión crónica grave, según el jefe del Servicio de Medicina Interna-Hepatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, el doctor Rafael Esteban Mur.

La hepatitis C supone la primera causa de enfermedad crónica del hígado en Occidente; se estima que en el mundo existen entre 170 y 240 millones de portadores del virus, aunque es difícil de cuantificar ya que se trata de una enfermedad que debuta de un modo asintomático, de ahí que sea conocida como la enfermedad silenciosa.

Revolución del tratamiento

El virus de la hepatitis C se ha clasificado en más de seis genotipos distintos en función de las diferencias genéticas y zonas geográficas mundiales y puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y condición social. El genotipo tiene importancia clínica ya que interviene en el tipo de tratamiento, duración y respuesta.

Hasta ahora las pautas terapéuticas dependían de la proteína interferón, el antiviral ribavirina y los antivirales inhibidores de la proteasa específicos para el genotipo de tipo 1. Sin embargo, en el último año se han autorizado dos antivirales de última generación que han dado un salto en el tratamiento y las tasas de curación: sofosbuvir, comercializado por Gilead como Sovaldi, y simeprevir, registrado por Janssen como Olysio.

Curación del 90% 

De ellos, Esteban Mur destaca el sofosbuvir, un fármaco que manifiesta «cambia los esquemas» de la forma de tratar a los pacientes de hepatitis C. «Por primera vez tenemos un medicamento que es capaz de curar al 90% de los pacientes», defiende, asegurando que hasta un 30% de los pacientes en Cataluña sería susceptible de ser tratado con este medicamento.

En su opinión, «todos aquellos que tienen una hepatitis crónica grave», es decir una lesión hepática severa con F3 o con cirrosis hepática, podrían beneficiarse de este fármaco en estos momentos, aunque considera que «sería mucho más rentable» tratar a los pacientes con la enfermedad en estadios leves o moderados.

Evitar el trasplante de hígado 

«Hay que tener en cuenta que los pacientes con la enfermedad en fases iniciales al ser tratados con este fármaco se curan absolutamente todos», afirma el experto, quien entiende que, atendiendo a razones económicas, «los que están mas graves son prioritarios», una decisión que podría considerarse errónea teniendo en cuenta que, «aunque les cures, el virus de la enfermedad puede mantenerse».

Por otro lado, el experto del Vall d’Hebron no tiene dudas del valor coste-efectivo, ya que entiende que un paciente hepático no tratado puede presentar desconpensación de la cirrosis, acabar con trasplante de hígado o desarrollar un cáncer hepático, elevando en gran modo el coste sanitario y asistencial para el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Sofosbuvir y otros fármacos

A su juicio, no se puede comparar sofosbuvir con ningún otro fármaco de nueva generación. Del mismo modo, está convencido de que fármacos como interferón «está claramente herido de muerte» y va a desaparecer.

«Tiene varias ventajas: bloquea la replicación del virus, no produce resistencia, es una sola pastilla al día, los tratamientos son mucho más cortos, no tiene interacciones con otro medicamentos, no tiene efectos secundarios y se puede dar a la inmensa mayoría de pacientes», afirma.

Tratamientos más cortos

Comparándolo con simeprevir, este experto afirma que «la tasa de respuesta es mucho más elevado que simeprevir». Y lo defiende al señalar que mientras Sovaldi tiene tasas de respuesta superiores al 90% con 12 semanas de administración y no necesita interferón en su administración, Olysio tienen una administración de 24 semanas y requiere del interferón, además sus tasas de respuesta son menos elevadas.

No obstante, considera que la combinación de estos dos antivirales de última generación podría ser muy beneficiosa en los casos de trasplantes de hígado por cirrosis y en los carcinoma hepatocelular asociados a la infección por virus de la hepatitis C.

Uso combinado

«Se ha utilizado Sovaldi en uso compasivo llegando a curar al 70% de estos pacientes; probablemente en combinación se puede llegar al 90% de curación de», afirma este experto, quien destaca que algunos de los pacientes tratados que estaban en lista de espera de trasplante han conseguido salir porque tras ser tratados ya no necesitaban un trasplante.

En su opinión, la combinación de ambos medicamentos es «fantástica y necesaria», ya que «su combinación consigue curaciones del 95%», una tasa que justificaría «claramente» su elevado coste, ya que «en términos económicos se ahorra una grandísima cantidad de dinero y de esfuerzo al conseguir la curación del paciente».

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