Seat sufrirá la crisis de los semiconductores hasta al menos junio de 2022

La crisis de los semiconductores echa por tierra el objetivo de producción de la fábrica de Martorell, fijado en más de 480.000 unidades antes de comenzar el año

Wayne Griffiths, presidente de Seat, durante la presentación del nuevo Cupra UrbanRebel.

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Seat ya asume que será imposible cumplir con los objetivos de fabricación de 2021. A pesar de la crisis de los semiconductores, la automovilística española siempre confió en poder recuperar la producción en los últimos meses del año. La escasez golpeó no obstante más duro de lo que esperaba, por lo que la falta de piezas se prolongará al menos hasta el cierre del primer semestre del próximo ejercicio. La hoja de ruta quedó ya desfasada.

El presidente de la compañía con sede en Martorell (Barcelona), Wayne Griffiths, admitió este martes que la crisis de los microchips persistirá más allá de lo que estimaron en un primer momento. «La situación seguirá siendo difícil en la segunda mitad de 2021 y la primera de 2022, pero no puedo decir cuando está previsto que esto pase», señaló en un encuentro con periodistas.

La organización tuvo que desconvocar turnos y suspender jornadas de trabajo de manera periódica en los últimos meses por la continua falta de piezas, que afecta a toda la industria de la automoción desde principios de año. «Tenemos que ser flexibles», pidió el dirigente en un claro mensaje a los sindicatos. Seat ye presentó en enero un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por la falta de piezas.

Aunque desde la empresa se resisten a poner cifras a la caída, sí admiten que será imposible alcanzar los 483.000 vehículos previstos a comienzos de año, tal y como avanzó Economía Digital. En 2020, la producción ya fue menor de lo esperada y quedó en 350.000 coches por culpa de la pandemia.

La escasez de microchips truncó así la recuperación y ya se nota a la hora de entregar los automóviles a los clientes. «Tardamos demasiado», lamentó Griffiths, que no precisó tiempos de espera debido a que varían con el modelo. Para tratar de limitar el golpe a los resultados, Seat priorizará los vehículos de mayor margen como los eléctricos y los híbridos enchufables frente otras versiones más pequeñas.

No solo por el beneficio por coche, también para evitar las multas de Bruselas. El año pasado, la empresa fue sancionada con más de 200 millones de euros por incumplir los objetivos de emisiones de CO2. Para esta campaña, la firma confía en alcanzar los límites establecidos por la Comisión Europea.

Además, Seat encara ahora el lanzamiento del Cupra Born, el primer eléctrico de la compañía. «Vamos a protegerlo», dijo el directivo. Es decir: se dará prioridad a este coche frente a otros en caso de falta de semiconductores al estar en la rampa de salida. La decisión no afectará a la planta de Martorell porque el automóvil se produce en Zwickau (Alemania).

Seat cerró esta misma semana

Seat sufrió la falta de microchips de manera repetida desde principios de año. Con el incremento de la demanda de piezas y los brotes de coronavirus en algunos países productores, la situación se agudizó en la segunda mitad del ejercicio. De hecho, la automovilística tiene la planta de Martorell cerrada desde el lunes.

El centro abrirá el miércoles, pero tendrá que volver a bajar la persiana el viernes. Según explican desde la marca, la crisis de los semiconductores no permite planificar la producción ni a un mes vista por lo que se avanza con pies de plomo.

La marca pacta turnos extra con los sindicatos a sabiendas de que probablemente no puedan hacerse, pero deben estar preparados por si les llegan los chips. Si finalmente no cuentan con ellos, los desconvocan a última hora, como están haciendo esta misma semana.

Carles Huguet

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