Peligra la venta de Movistar+: Telefónica pierde 218.000 clientes de TV en un año

El abandono de clientes ha sido progresivo desde que en 2018 alcanzase su techo cuando supero los 4 millones de abonados

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Telefónica España compró Canal+ en 2015. Las expectativas estaban muy altas con respecto al negocio de la televisión de pago, y los 750 M€ pagados son una muestra. En España era un modelo que todavía estaba por descubrir. Siete años después, el operador azul busca qué hacer con la rebautizada Movistar+, y solo en el último año se ha dejado por el camino más de 200.000 clientes. Un problema añadido para el conjunto de la compañía porque se trata de usuarios de alto valor añadido con facturas elevadas por los paquetes convergentes. Y todo eso en mitad de un proceso de venta o reorganización societaria de este segmento.

La compañía dirigida en España por Emilio Gayo ha vuelto a tener un ejercicio complicado para su televisión Movistar+. Según las últimas cuentas presentadas, que corresponden al ejercicio 2021, Telefónica España ha perdido 218.000 abonados de televisión con respecto a 2020, una situación que corre en paralelo la pérdida de una cifra similar de usuarios de banda ancha.

El abandono de clientes ha sido progresivo desde que en 2018 alcanzase su techo cuando supero los 4 millones de abonados. Desde entonces, y en plena guerra comercial donde todos los operadores de telefonía han entrado en la pelea ‘low cost’, Telefónica contabiliza todo en pérdidas de usuarios. Los clientes están optando por otras opciones más baratas, cabe recordar que los paquetes de televisión suelen ser los más caros, ante las opciones que presenta el mercado. Mucha gente está optando por contratar tarifas baratas de fibra y, posteriormente, agregar las plataformas de ‘streaming’ que cada uno use del tipo Netflix, HBO Max o Prime Video, sin necesidad de tener todas a la vez para no usarlas.

Esta situación se produce, además, en un escenario donde la gente ha perdido el interés por le televisión de pago, si es que en algún momento lo hubo. Si se añade que el resto de operadores, en mayor o menor medida, presentan servicios de televisión, el problema crece. Sobre todo porque el fútbol ha dejado de ser un reclamo. De hecho, desde hace algunas temporadas se ha detectado que el aclamado deporte rey ha dejado de tener tanto éxito entre los jóvenes. Una situación que tiene su reflejo en la caída de ese interés por ver el deporte a través de televisión.

Telefónica y el futuro de Movistar+

Ahora el siguiente paso es qué hacer con un activo que costó tanto y que poco a poco ha ido perdiendo fuerza. Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, los rumores de mercado sobre el interés de Atresmedia por Movistar+ se ha desinflado en las últimas semanas.

Y es que el encaje estratégico no es sencillo para nadie, sea una compañía del ámbito audiovisual, una plataforma de ‘streaming’ o algún fondo industrial. Desde Telefónica no han hecho públicos los planes sobre el futuro de Movistar+. Están en una fase en la que no descartan nada: desde la entrada de un socio y la creación de una ‘joint venture’ para explotar los servicios; a la venta total o parcial, que realmente sería la gestión de los abonados.

La única certeza es que la compañía dirigida por José Álvarez-Pallete se ha encontrado con una situación que no esperaba hace siete años cuando compró Canal+. Quizá no esperaba un escenario ultracompetitivo en el ámbito audiovisual, y un cambio en las tendencias de consumo que ha hecho que los usuarios exploren otro tipo de contenidos a través de Youtube o plataformas como Twich.

Los otros problemas de Movistar+

Por si fuera poco la pérdida de clientes, Telefónica se ha encontrado con poca simpatía a la marca Movistar+ entre sus propios abonados. Quitando algunos programas que han alcanzado viralidad a través de las redes sociales, como ‘La Resistencia’, el contenido de la plataforma del operador azul no ha acabado de convencer a los usuarios. Sobre todo en un contexto donde cada vez hay más competencia y cuesta diferenciarse de los rivales.

Como colofón a esta situación, Telefónica tiene ahora que lidiar con los derechos del fútbol y la gestión de la acrobática última subasta sobre los derechos, donde comparte contenido con la plataforma Dazn. De hecho, ahora está en plena negociación para conseguir los partidos que le faltan y que Dazn sí obtuvo. El objetivo es poder tener todos los partidos de cada jornada, algo que ahora no sucede. Además, está esperando el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para saber si puede hacer con los derechos por cinco años, en vez de los tres que le marca la regulación.

Raúl Masa

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