Cuatro catalanes amenazan el reinado de los grandes simuladores de F1

Jordi Jansana, Sergi Ros, Yago León y Pere Arnau, con edades entre los 20 y 40 años, son el alma mater de Simtech, una pyme a la que no le asusta el cerrado mundo del automovilismo profesional

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Dos aficiones combinadas perfectamente han dado lugar a una prometedora empresa catalana impulsada por cuatro emprendedores que ahora centran sus esfuerzos en ganarse un espacio en el complejo mundo del motor y de la Fórmula 1. La carrera empezó hace tres años en un garaje de Corbera de Llobregat (Barcelona). En la pasión por el motor y por las simulaciones informáticas, Sergi Ros encontró tiempo para desarrollar un prototipo de simulador de conducción. Esta primera versión acabó en una plataforma que hoy es el ADN de Simtech, una pyme TIC impulsada también por Jordi Jansana, Yago León y Pere Arnau.

Con este primer paso, los padrinos del proyecto se adentraron en una industria competitiva y claramente dominada por los grandes desarrolladores de software.“Inicialmente nuestros socios eran los protagonistas de eventos vinculados al automóvil. Así, hemos colaborado con el Circuit de Catalunya, con el Salón del Automóvil, con el grupo Quadis o en el Trofeo Godó. Allí donde presentábamos el simulador conseguía un éxito de público importante”, indica Arnau, que ejerce de portavoz del grupo.

Lograr el hecho diferenciador en la Fórmula 1 y en el mundo del automovilismo en general parecía la clave para seguir adelante. La promoción de la primera versión del simulador en todo tipo de eventos dio la clave a los cuatro emprendedores para distanciarse del establishment de los simuladores de conducción.

La diferencia entre los aparatos que comercializa Simtech y los de las grandes escuderías es que los catalanes están adaptados a todo tipo de automóviles y circuitos, mientras que los desarrollados por las grandes corporaciones sólo tienen en cuenta las prestaciones de los coches de carreras. Hoy, los simuladores de Simtech puede emular a la mayoría de los circuitos profesionales y también sirven para que los usuarios puedan experimentar lo que se siente al volante de un Fórmula 1, o de cualquier otro coche en circuitos de carreras.

Buscando financiación

Con esas perspectivas positivas los socios decidieron avanzar y acudieron al Salón del Emprendedor de Barcelona en 2009. “Allí una de las actividades era entrevistarse con un posible inversor. Durante cinco minutos, el bussines angel te escucha y si le parece interesante tu propuesta puede llegar a invertir”, según Arnau. Y la casualidad hizo que el interlocutor de Simtech fuese Josep González, el presidente de Pimec. “A él le pareció interesante nuestro proyecto e inmediatamente nos puso en contacto con Jordi Turu, el responsable de consultoría estratégica de la patronal, que desde ese momento nos ha ayudado en todo el proceso de crecimiento”.

Las gestiones han desembocado en un crédito ICO y en un aval de Avalis (sociedad especializada en garantías recíprocas) que han permitido a Simtech captar los 40.000 euros necesarios para elaborar un nuevo prototipo que abra más salidas comerciales a la empresa, sobre todo en el campo de las “carreras al más alto nivel”.

“Nuestra ambición era crear un simulador más sofisticado, útil para los corredores de carreras profesionales”, explica Yago. Para conseguir ese resultado era necesaria una inversión inicial importante en Investigación y Desarrollo (I D). Gracias a esta inyección, en Simtech pudieron subcontratar la construcción de los nuevos sistemas a una ingeniería especializada y asimilar, de esta manera, las mayores exigencias técnicas y de certificación CE. Estos nuevos aparatos cuentan con el beneplácito de algunos pilotos.

Nueva línea de productos

Gracias a la profesionalización que supuso el acceso a la financiación, Simtech pudo desarrollar también una nueva línea de productos: los Race Simcenters. Son unos establecimientos abiertos al público donde se experimentan las sensaciones que sólo conocen los conductores profesionales. Estos centros se abrirán en régimen de franquicias y por el momento la red se extiende en Gran Canaria (2) y en Tarragona (1). Durante este año se espera expandir la experiencia por el conjunto de España.

Reinversión

Con este escenario, Jordi, Sergi, Yago y Pere calculan que la facturación llegará a los 300.000 euros en 2011. “Nos hemos autoimpuesto reinvertir el 75% de lo que vendamos”, aseguran. Por ello, los cuatro socios no tienen asignado ningún sueldo por su trabajo, a pesar de que dos de ellos han abandonado las dedicaciones anteriores para volcarse totalmente en su empresa.

Uno de los canales de comercialización de los productos Simtech es la venta directa de los simuladores a los pilotos u aficionados. Para ello las variedad de aparatos es amplia, con precios desde los 13.000 euros a más de 40.000, según el nivel de sofisticación que incluyan. Esta joven empresa catalana ya cuenta con aliados tecnológicos de primera magnitud, como Nvidia, Epson, Logitech, Acer, entre otros, que facilitan componentes para los prototipos.

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