CaixaBank entrará en la aristocracia de la banca europea por valoración

Sólo BBVA, BNP y Santander superan al banco de La Caixa en la relación entre precio y valor contable. Del resto, únicamente lo iguala Deutsche Bank con un ratio de 0,8 veces

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Se acerca el momento de la verdad para las cajas de ahorros. Si no se echan para atrás, Bankia y Banca Cívica serán grupos cotizados en cuestión de poco más de un mes. Otras entidades siguen adelante con sus planes de dar el salto al parquet o dar entrada a inversores privados. Si la referencia es el ratio entre precio y valor contable de la gran banca europea, las expectativas no son especialmente alentadoras.

La excepción a la regla es CaixaBank. Debutará en bolsa el próximo uno de julio. Pero no venderá acciones. Se limitará a cotizar en lugar de lo que hoy es Criteria con un descuento del 20% sobre el valor contable. Es decir, 0,8 veces, una cifra que a la espera de la evolución de la cotización coloca al banco que preside Isidro Fainé en el primer vagón de la banca del Viejo Continente.

Las cifras no mienten. Según los analistas de Bankinter, en estos momentos sólo BBVA y el francés BNP cotizan a un ratio similar. El resto de entidades están muy infravaloradas, aunque las españolas son las que menos. Santander cotizan a un ratio de 0,9 veces y el alemán Deutsche Bank lo hace a 0,8 veces, el mismo nivel que CaixaBank.

El resto navega a contracorriente entre las 0,7 veces de ING y Société Générale; las 0,6 de Credit Agricole o las 0,5 de Unicredit. Pero, según Bankinter, las cosas pueden ir a peor. Si se cumplen las previsiones para 2012, ningún precio de un gran banco europeo reflejará al menos una vez el valor contable de la entidad y sólo la entidad que preside Francisco González superaría los ratios con los que CaixaBank presentará sus credenciales en el parquet dentro de tres semanas y media.

Fuertes descuentos

Las valoraciones de los grandes transatlánticos de la banca europea tendrán un impacto directo en las posibilidades de éxito de las cajas que preparan el salto a la bolsa. Sin historial bursátil, recién nacidas tras unos duros y rápidos procesos de integración y con la necesidad de conseguir ya los fondos que eviten la entrada del Estado en su capital, Bankia y Banca Cívica se preparan para afrontar fuertes descuentos.

El grupo que lideran Caja Madrid y Bancaja empezará a cotizar según el calendario previsto entre el 13 y el 15 de julio. Quiere colocar al menos 3.000 millones, de los que al menos un 50% se venderá entre inversores particulares. Aunque desde el grupo se defiende que el descuento máximo razonable sobre el valor contable sería el 40% –es decir, 0,6 veces– los grandes inversores institucionales a los que se dirige el equipo de Rodrigo Rato están exigiendo mayoritariamente un tijeretazo del 50%.

Es decir, que están situando a Bankia en el furgón de cola de la gran banca europea con los descuentos que rigen a día de hoy. No obstante, desde el grupo confían en que la enorme red de oficinas que Bankia tendrá a su disposición para vender acciones –las 12.000 que suman los bancos colocadores– permitan realizar la oferta pública algo por encima y evitar la fuerte dilución en el capital que sufrirían los siete accionistas de referencia.

El dinero no sobra

Para Banca Cívica las cosas serán previsiblemente más difíciles. No tiene el tamaño de Bankia y sus gestores son mucho menos conocidos para los inversores que los del banco liderado por Caja Madrid y Bancaja. Según los expertos, Cívica tendrá que ofrecer descuentos de al menos el 50% si quiere dar entrada a inversores. El grupo, que intentará incluso adelantarse a Bankia en el calendario y empezar a cotizar a primeros de julio, pretende colocar el 40% del capital en una operación en la que prevé levantar 900 millones de euros.

En cualquier caso, las valoraciones de la gran banca europea demuestran que los inversores son muy exigentes con el negocio financiero. También lo demuestra que CaixaBank cerró el pasado viernes su emisión de obligaciones convertibles en acciones de 1.500 millones de euros con un exceso de demanda de 241 millones. Una cifra más que razonable para los tiempos que corren pero que demuestra que el dinero se lo piensa incluso en el caso de las entidades más solventes. Tras el cierre de la emisión, que no se completó hasta el penúltimo día, el core capital del banco que aglutina todo el negocio de La Caixa crece hasta el 11%.

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