Caixabank testea por primera vez sus armas contra el euríbor negativo

El grupo gana productividad tras los ajustes de plantilla y oficinas, en tanto que acelera su actividad comercial para ganar cuota de mercado

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El próximo 28 de noviembre se cumple un año desde que Caixabank presentara a la comunidad financiera su plan estratégico a tres años. El significativo cambio que ha vivido el contexto de tipos de interés desde entonces, ha empujado al banco a buscar alternativas para asegurar que cumplirá con su hoja de ruta y los primeros efectos ya se reflejan en los resultados del tercer trimestre publicados este jueves. 

La medida de choque más evidente contra los efectos de la prolongación, sine die, de los tipos negativos por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha sido el acelerón del proceso de reestructuración de la red de oficinas, que cerrará un año antes de lo comprometido. Pero los esfuerzos son más amplios. El banco está aprovechando su modelo integrado multiproducto, para ganar cuota de mercado. También está compensando la falta de momento en el mercado hipotecario a través del crédito a empresas y de consumo.

Entre julio y septiembre, por primera vez, Caixabank ha combinado todas las armas comerciales desplegadas hasta ahora contra el euríbor negativo. Y ha recogido frutos. Independientemente de la subida en bolsa (fue el mejor banco del IBEX el jueves, al avanzar un 2,76%), entre julio y septiembre, los números del banco ya se han beneficiado de los primeros efectos positivos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se hizo efectivo el pasado 31 de julio, y que provocó la salida voluntaria de más de 2.000 trabajadores.

En concreto, con esta iniciativa ha reducido en el tercer trimestre los costes recurrentes un 1,3% respecto a abril-junio; y la diferencia se debería ampliar durante el cuarto, cuando el ahorro no se limite a dos meses. 

En paralelo, los cierres y la reducción de plantilla están mejorando la rentabilidad. Caixabank contempla dejar su red en 3.640 centros el próximo 30 de diciembre de 2020 –Gonzalo Gortázar, su consejero delegado, ha descartado aplicar un ajuste más severo durante la vigencia del actual plan estratégico– y, según adelantó a los analistas, la reestructuración está elevando la tasa de productividad en España.

Así, la proporción de ingresos core (los que nutren el margen de intereses, comisiones e ingresos por seguros) por empleado habría mejorado más de siete puntos respecto a septiembre de 2018.

Además, Caixabank defiende que sus oficinas Store -de las que ya tiene en marcha 416 de las 600 previstas en su hoja de ruta-, son más rentables que las estándar.

Caixabank confirma sus objetivos

Caixabank se ha comprometido a alcanzar una rentabilidad respecto al capital tangible (ROTE) del 12% en diciembre de 2021 y a pagar un dividendo en efectivo comprendido entre el 50 y el 60% de su beneficio neto. Gonzalo Gortázar confirmó estos compromisos durante la presentación de resultados e insistió varias veces que en el modelo de negocio de Caixabank estaba demostrando que era capaz de ofrecer una rentabilidad de doble dígito a pesar del negativo contexto de los tipos de interés.

Durante los nueve primeros meses del año, Caixabank ganó un 1.266 millones, un 28% menos que en el mismo periodo del año anterior, afectado por los gastos extraordinarios de 978 millones en términos brutos que le ha costado la reestructuración de plantilla. Sin ese ajuste, el ROTE del banco se situaría en el 10,1%; todavía lejos del objetivo de su plan estratégico, pero mejorando (en los nueve primeros meses del año anterior se quedó en el 9,5%).

Esta posición le da margen para continuar creciendo en lo que el banco denomina ingresos core y que responden a la integración en el grupo de forma vertical de una factoría de producto financiero, que va desde el bancario, a la gestión de activos y los seguros. Este grupo de ingresos supuso el 98% de los totales del grupo durante los nueve primeros meses del año, con un crecimiento del 0,3% en doce meses, pero del 2,9% entre el segundo y el tercer trimestre. 

Más crédito empresarial y de consumo

Durante los nueve primeros meses del año, Caixabank aceleró la vinculación de sus clientes, que superan ya los 8 millones, y ganó cuota de mercado en segmentos como el ahorro a largo plazo, los fondos y los planes de pensiones y, especialmente, en crédito a empresas y seguros de vida, que crecieron 58 y 86 puntos básicos, respectivamente, para alcanzar el 27,5% y 15%, respectivamente.

Caixabank ya cuenta con 200 oficinas especializadas en atención a empresas, lo que ha permitido que la cartera de crédito sano en este segmento (en el que se está produciendo una fuerte competitividad entre bancos) haya crecido un 5,9%. La aceleración en consumo todavía es mayor, con un crecimiento del 11,1% de la cartera sana en doce meses. 

Gortázar explicó a los analistas que confía en que el banco continúe creciendo más que el sector durante el año que viene, aunque la moderación del crecimiento económico, complicará conseguir avances «a doble dígito».

No obstante, la mayor incógnita a corto plazo para el banco es el IRPH, índice hipotecario al que Caixabank referencia 6.700 millones de su cartera de crédito. La entidad presidida por Jordi Gual se muestra confiada en que Europa seguirá la línea del abogado general de la Unión Europea, que no pone en duda el indicador en sí mismo, sino el proceso de comercialización y habilita a los tribunales de cada país a que evalúen cada caso.

La banca española, en su conjunto, controla hipotecas referenciadas a este indicador por más de 16.000 millones de euros.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp