El ladrillo lastra los resultados de Caixabank en más de 1.000 millones

El banco ha eliminado ya el 94% de sus cláusulas suelo, lo que le ha costado 42 millones de euros

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El inicio de la recuperación del sector inmobiliario no se está dejando notar en los balances de la banca, propietaria de miles de viviendas y activos inmobiliarios. Al contrario. El lastre acumulado durante la crisis ha provocado que el negocio inmobiliario de Caixabank arroje unas pérdidas de 1.014 millones de euros en los tres primeros meses de año.

El banco que preside Isidro Fainé y dirige Gonzalo Gortázar ha presentado este viernes sus resultados hasta septiembre, periodo en el que ganó 996 millones, un 57% más que en los mismos meses de 2014. Sin embargo, la buena marcha de su negocio bancario se ha visto frenado por el peso del ladrillo.

Caixabank tuvo unas ganancias bancarias de 1.551 millones hasta septiembre, mientras que las participadas arrojaron un beneficio de 488 millones. Es cuando llega el capítulo inmobiliario cuando esta evolución positiva se trunca, con unas pérdidas de 1.014 millones. Estos números rojos son un 36% superiores a los del mismo periodo de 2014, cuando se perdieron 742 millones.

El crédito promotor, en el origen

Gonzalo Gortázar ha explicado que estas pérdidas no tienen su origen en la actividad de alquiler del grupo, buena parte de la cual se destina a alquiler social (31.448 viviendas), sino a «una actividad pasada de crédito promotor», que tiene una alta morosidad. Eso a pesar de que la entidad está reduciendo su cartera de crédito a promotores: en los tres primeros trimestres de año, en un 21,7%, hasta los 11.021 millones.

«Esperamos que las pérdidas inmobiliarias se vayan reduciendo, pero no a costa de cambiar nuestra política de vivienda», ha dicho el consejero delegado de Caixabank, que ha subrayado que continuarán reduciendo el crédito promotor pero no dejarán el alquiler social.

Las ventas de inmuebles también arrojan pérdidas, a pesar de que éstas se han reducido un 6%. Entre enero y septiembre, la entidad vendió pisos y activos inmobiliarios por valor de 1.291 millones, cifra ligeramente superior a la del año anterior, y mantiene una cartera de 7.070 millones. En alquileres, ingresó 919 millones, un 16% menos que en 2014.

Sin cláusulas suelo a final de año

Caixabank tiene el objetivo de eliminar de todas sus hipotecas las cláusulas suelo. Son aquellas cláusulas que impiden que los intereses del crédito hipotecario caigan por debajo de un porcentaje fijo (predeterminado en la cláusula) aunque el Euríbor, o el índice de referencia, los sitúen por debajo.

De las 1,3 millones de hipotecas que tiene Caixabank, aproximadamente 200.000 tenían cláusula suelo. El banco ya ha eliminado el 94%, 189.000, lo que ha tenido un impacto negativo en sus cuentas de 42 millones de euros, y eliminará el resto antes de fin de año, lo que tendrá un coste de 13 millones.

Heredadas

Gonzalo Gortázar ha subrayado la oposición del banco a estas cláusulas y ha asegurado que «su origen no viene de Caixabank sino que es fruto de las operaciones corporativas», como las compras de Caixa Girona o Banca Cívica. «Lo que hemos hecho a nuestros clientes, especialmente a los más desfavorecidos, es facilitarles una situación económica mejor, pero por una decisión propia, no impuesta», ha reiterado.

Sin embargo, la entidad no ha aplicado la eliminación de forma retroactiva y no ha devuelto las cantidades cobradas de más por la aplicación de la cláusula hasta el momento de su eliminación.

Xavier Alegret

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