España, donde más se penan fiscalmente las rentas del trabajo

Los impuestos indirectos  elevan 10 puntos la presión media

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Trabajar en España parece ser un chollo en materia fiscal, pero no lo es tanto. La presión fiscal sobre los españoles es la más baja de la zona europea, con la excepción de Portugal e Italia, pero como los salarios medios son inferiores, el resultado es el que el esfuerzo fiscal es finalmente superior al de los países vecinos, según estudio realizado por la asociación de técnicos de Hacienda (Gestha), a partir de datos de la OCDE.

En concreto, la presión fiscal sobre el salario medio en España se situó en 2009 en el 37,8%, por debajo de la media europea que fue del 43, 14%.

Sólo los trabajadores de Portugal (37,6%) e Irlanda (22,9%) soportan menor presión fiscal que los empleados españoles. En cambio, los trabajadores de Holanda (45%), Alemania (52%), Finlandia (43,5%) y Austria (48,8%) están sometidos a mucha mayor presión fiscal que los trabajadores de nuestro país.
A pesar de lo dicho anteriormente, es decir, que España está entre los estados de menor presión fiscal, también es el territorio de la zona euro donde más ha crecido el esfuerzo fiscal de las rentas del trabajo en los últimos cinco años, sin tener en cuenta la reciente subida de impuestos anunciada hace poco más de un mes por el Ejecutivo.

El ‘esfuerzo fiscal’ es un indicador muy revelador del peso que tienen los impuestos sobre el bolsillo de los contribuyentes, ya que muestra cómo dos países, con una presión fiscal idéntica, realizan un «sacrificio» económico muy diferente cuando el nivel de renta de sus ciudadanos no es el mismo, explica Gestha.
De acuerdo con los datos manejados por Gestha, cada español gana de promedio 22.802 euros brutos, mientras que la media de los países de nuestro entorno se sitúa en unos 34.000 euros.

Pero los técnicos de Hacienda creen que además de calcular lo que se paga por los ingresos directos, se tiene que valorar lo que cada ciudadano aporta como impuestos por el consumo, los llamados impuestos indirectos. En este sentido, advierte que si consideramos los impuestos que soporta un español por el consumo (IVA e Impuestos Especiales), la presión fiscal sobre el salario medio se elevaría desde el 37,8% hasta el 47,01%, y podría superar el 50% si añadimos los pagos medios de impuestos sobre sucesiones o donaciones, transmisiones patrimoniales e impuestos municipales, entre otros.
Los técnicos que Hacienda denuncian que existe una presión fiscal dual: por un lado la que soportan las rentas que pueden ser ocultadas, como las de las empresas y profesionales, y por el otrol la que soportan las “rentas retenidas en orígen”.

En la actualidad, los trabajadores y pensionistas ingresan el 75% de la recaudación total del Impuesto de la Renta y declaran unas rentas anuales de 4.875 euros más que los profesionales y los pequeños y medianos empresarios, y alrededor de 6.833 euros más, si se compara con los ingresos de los microempresarios.

Los empleados y pensionistas declararon el pasado año 18.400 euros de media, mientras que los pequeños y medianos empresarios y los profesionales liberales que declaran sus rendimientos en estimación directa manifestaron ganar sólo 13.525 euros de media, «prueba evidente del enorme fraude fiscal» que sitúa a España en el segundo o tercer lugar en el ‘ranking’ de países más defraudadores de la UE.

Prueba de lo anteriormente dicho es que los empleados y pensionistas declararon el pasado año 18.400 euros de media, mientras que los pequeños y medianos empresarios y los profesionales liberales que declaran sus rendimientos en estimación directa manifestaron ganar sólo 13.525 euros de media, «prueba evidente del enorme fraude fiscal» que sitúa a España en el segundo o tercer lugar en el ‘ranking’ de países más defraudadores de la UE.

Economía Digital

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