La ampliación de capital de Colonial no convence a todos los acreedores

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A primera vista, Colonial vive un momento feliz después de varios años en el alambre. Una nueva ampliación de capital de 1.900 millones de euros va a reducir significativamente la deuda y la compañía quiere iniciar una nueva etapa. Sin embargo, el precio de la ampliación no tiene igual de contentos a todos los bancos accionistas y acreedores y a los inversores particulares.

La razón es que a algunos de los bancos no les salen las cuentas de una operación que culmina la segunda gran reestructuración de la deuda de 4.960 millones, firmada el pasado mes de febrero. La ampliación, a 0,12 euros por acción, contrasta con los 0,25 euros a los que los bancos han canjeado reciente y anticipadamente las obligaciones convertibles que permitieron a la compañía salvar el match ball de la primera refinanciación.

El problema es que la bolsa dice que el valor, hoy por hoy, no vale más de los 0,128 euros a los que cerró ayer o, como mucho los 0,182 que ha sido el cambio máximo del año. Por lo tanto, los bancos todavía no han terminado de asumir que han tenido que convertir a 0,25 euros unas acciones que ahora, en la nueva ampliación de capital, se valoran a menos de la mitad.

Fuentes cercanas al grupo aseguran que no son sólo algunos de los bonistas particulares los que no están del todo contentos con el precio. Los bancos, que ya controlan el 90% del grupo que preside Juan José Brugera y que suscribirán la parte de la ampliación a la que renuncien los minoritarios, también han hecho saber sus reservas.

Ahora, los extranjeros Royal Bank of Scotland (RBS), Eurohypo, Calyon y Goldman Sachs controlan un 70% de la inmobiliaria y otro 20% corresponde al grupo de bancos –nacionales mayoritarimente- que encabezados por Banco Popular y La Caixa hicieron el primer canje de deuda por acciones del grupo. Otro 10% está en mano de los minoritarios, que podría diluir su participación si no acuden a la ampliación que ahora propone la compañía.

En cualquier caso, Colonial parece que sacará adelante sin grandes enfrentamientos la ampliación de capital. Una operación idéntica, de hasta 1.200 millones, mantiene sin embargo parada la refinanciación de la otra gran inmobiliaria, Metrovacesa. El problema es el precio, que afecta negativamente a la cuenta de resultados de algunas entidades. Tanto es así que las negociaciones están prácticamente en punto muerto.

Con la ampliación de capital, la capitalización del grupo alcanzará los 3.000 millones de euros. Por su parte, el endeudamiento, que llegó a ser de 9.000 millones, se situará en torno a los 4.500 millones. Otra cosa es que la empresa vuelva a los beneficios. En la presentación de la nueva estrategia de la compañía hace dos semanas, el consejero delegado Pere Viñolas no quiso mojarse y se limitó a asegurar que «esperamos una estabilización de este proceso de deterioro».

Economía Digital

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