La banca da por hecho que la subasta de la CAM se retrasará más allá del 20N

Los nuevos requisitos de capitalización del sector, el atasco en el Banco de España, las exigencias de los potenciales compradores y la cercanía de las elecciones pueden demorar el proceso

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El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo), quiere tener cerrada la subasta de la CAM a finales de este mes. Sin embargo, los elementos parecen haberse conjurado contra las aspiraciones del Banco de España. Tanto es así que entre las entidades que optan a la compra de la caja levantina gana enteros la opinión de que la subasta no se resolverá antes de las elecciones del próximo 20 de noviembre.

“El proceso ya va con un retraso considerable y ahora han surgido dos contratiempos de enorme calado. El primero es que no sabemos cómo nos van a afectar los nuevos requerimientos de capitalización del sector financiero, todavía en el aire. Y el segundo es que al propio Banco de España se le acumula el trabajo. Tienen que negociar con la Autoridad Bancaria Europea (EBA) qué parámetros se utilizan para fijar esos nuevos requisitos de solvencia. El tiempo se nos echa encima”, aseguran fuentes cercanas a una de las entidades que aspiran a comprar el grupo.

La incertidumbre está en todo lo alto ya que no se conocen los detalles concretos de cómo se aplicará. Si se cumple el peor de los escenarios y se exige un mínimo de capital del 9% de los activos ponderados por nivel de riesgo, varias entidades españoles sufrirían un fuerte impacto. Entre ellos, las dos más pequeñas de las cuatro que aspiran a quedarse con la CAM.

La realidad es que Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell, las cuatro entidades que el Banco de España ha seleccionado para pujar, están a la expectativa. Además de los problemas que se desprenden del entorno regulatorio, a estas alturas las cuatro siguen presionando al Banco de España para que mejore aún más el esquema de protección de activos (EPA) con el que quieren blindarse hasta el límite ante cualquier pérdida futura de la entidad.

Atasco en el calendario

Además, quieren las mayores garantías posibles para poder afrontar los 30.000 millones en vencimientos de deuda a los que tiene que hacer frente la caja intervenida a medio y largo plazo. Por lo tanto, los posibles ofertantes quieren tenerlo todo atado y bien atado y no van a pisar el acelerador para cumplir los plazos. En ese escenario, la adjudicación no se podría realizar como muy pronto hasta mediados de noviembre.

“Es absurdo que se anuncie la venta de la CAM a sólo unos días de las elecciones. El comprador estaría mucho más cómodo adjudicándose la entidad con un ganador en las urnas con el que mantener una interlocución fluida. Sobre todo si se tiene en cuenta que comprar la CAM es hacerle un favor al Gobierno de turno. Y cualquiera de los cuatro bancos quiere hacérselo al Ejecutivo entrante y no al actual, que está totalmente amortizado, como el propio gobernador del Banco de España”, aseguran en medios bancarios.

Todos los frentes abiertos

Lo cierto es que el proceso de subasta no encuentra la velocidad de crucero. Las reticencias de los potenciales compradores ya provocaron el Banco de España tuviera que retrasar dos días, desde el 26 de septiembre inicialmente previsto hasta el 28, el plazo para que las entidades mostraran su interés por la CAM con propuestas no vinculantes.

La veintena de entidades que Fernández Ordóñez pensaba que podría dar lustre a esta primera fase se redujo sensiblemente y finalmente sólo los tres grandes más la sorpresa de Sabadell –que necesita mover pieza a toda costa tras perder el tren de Banco Pastor– han llegado a la ronda final. Sin embargo, a dos semanas y media para que termine el mes, todos los grandes frentes de la adjudicación siguen abiertos.

Economía Digital

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