La nueva industria liderará la recuperación en Catalunya a partir de 2010

Las comarcas de montaña y Lleida encabezaronel crecimiento en 2008

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La recuperación económica en Catalunya vendrá de la mano de la nueva industria y de los servicios a partir del 2010, aunque se tardará por lo menos 4 o 5 años en notar con fuerza el despegue. Esta es la conclusión a la que llegan los autores del anuario económico comarcal de Caixa de Catalunya, presentado por los expertos, Josep Oliver y Xavier Segura.

En lo referente al estudio estricto, sus conclusiones afirman que las comarcas que lideraron en 2008 el crecimiento en Catalunya fueron las de montaña y el el sur de Lleida. Precisamente en estas zonas fue donde el impacto de la caída de la construcción fue menor y donde también cayó menos la industria. En concreto, Lleida el crecimiento fue del 1,7%; de un 1,4% en las comarcas de montaña y de un 1% en el llamado eje metropolitano, mientras que el eje de Girona o el camp de Tarragona y especialmente las Tierras del Ebro fueron las que sufrieron los retrocesos más acentuados.

En relación a la salida de la crisis, Oliver indicó que se empezará a notar en 2010 y tendrá como protagonista la industria que durante las dos décadas anteriores “ha realizado en Catalunya una reconversión muy seria”. Entre este sector citó las empresas correspondientes al ámbito de material eléctrico, a las del sector de la automoción o las químicas y energéticas. A pesar de todo, la recuperación será lenta “creo que con mucha suerte esta industria difícilmente podrá absorber los 150.000 empleos que se han destruido en este ámbito” en los últimos seis meses. Para conseguir este propósito, deberían encadenarse 4 o 5 años de crecimiento que, “con toda seguridad, será más pausado que en los años anteriores”, afirmó Oliver.

Una parte del crecimiento de la industria será inducido por el incremento de la demanda que se espera fruto de la pronta recuperación de los motores europeos, Francia y Alemania, que “tirarán” del sector en España.

El segundo motor en importancia en la nueva situación serán los servicios, dijo Oliver, que descartó del todo la construcción como fuente de impulso, por lo menos a medio plazo. En concreto, el experto economista piensa en la parte de los servicios a las personas como educación y sanidad fruto de la presión demográfica y la inmigración.

En lo referente a la construcción, aún tardará varios años a situarse en un ámbito de normalidad, dijo Olivé, que cifró en 40.000 viviendas al año dicha medida, aunque aún se tardará en absorber el stock existente.

En lo referido a los datos correspondientes al año pasado, el estudio de Caixa Catalunya indica que la actividad global en Catalunya reflejó un aumento del PIB de sólo el 0,7%, mientras que en 2007 dicha cifra era 2,9 puntos más alta.

Entre las razones de la caída el trabajo de Oliver y Segura destaca el colapso del crédito, de la actividad industrial y también del comercio internacional., lo que junto al problema específico de la explosión de la burbuja inmobiliaria explica el acusado descenso de la actividad. En concreto, Oliver indicó que entre el último trimestre de 2008 y el primero de 2009 se han destruido en Catalunya unos 350.000 puestos de trabajo, equivalentes al 10% de la cifra total de ocupados. De esta destrucción, aproximadamente la mitad correspondieron a industria, especialmente la madura; otros 150.000 puestos de trabajo perdidos correspondieron a construcción y unos 40.000 a servicios.

Sectores

La construcción y la industria recibieron con más fuerza el impacto de la crisis y las zonas con más peso de estos sectores han visto bajar sus índices de crecimiento, mientras que las que que tienen, como las comarcas de Lleida, una estructura menos dependiente de la industria tradicional o de la construcción han sufrido menos. En este sentido, la zona industrial por excelencia, la metropolitana de Barcelona y las comarcas centrales han notado también los efectos combinados de la crisis de la construcción de viviendas y la caída de la demanda industrial. Mientras que el Camp de Tarragona con industria química ha sufrido menos en este apartado, aunque ha visto caer 30 puntos su actividad en la construcción.

Por lo que respecta a las comarcas costeras han visto como sus resultados económicos se resentían por el descenso de la demanda producido por la contracción del turismo fruto a su vez del deterioro de las economías inversoras.

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