Los bancos se desprenden de sus activos inmobiliarios

La banca aprovecha el ciclo expansivo del sector inmobiliario para vender sus activos

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Después de haber sufrido durante la crisis económica, el sector inmobiliario español vive un ciclo de expansión, que los bancos han aprovechado para vender parte de los activos y centrarse en su negocio principal, según varios expertos.

El analista de XTB, Joaquín Robles, señaló que los bancos han esperado «durante los últimos años a una recuperación de los precios de la vivienda», para reducir su exposición al ladrillo. La buena salud de la que goza el sector inmobiliario se refleja en el estudio de BBVA Research, que ha apuntado que la vivienda se encarecerá un 4,9% en 2018.

Las entidades bancarias también han decidido reducir su carga inmobiliaria debido a los cambios que se han introducido en la normativa contable internacional y española. El nuevo reglamento obliga a las entidades a aumentar las provisiones con fondos propios para reforzar los ratios de capital, con el objetivo de ser más solventes ante otra posible caída del mercado en el futuro.

Estas modificaciones «se traducirán en un incremento de provisiones del 13 % de media en la gran banca europea», afirmó Robles. La venta de activos inmobiliarios es «una estrategia correcta desde el punto de vista de la gestión bancaria», según el socio responsable del Sector Financiero de KPMG en EMA y socio principal de KPMG Abogados, Javier Uría.

BBVA vendió su área inmobiliaria por 4.000 millones de euros

De hecho, «la desinversión de activos inmobiliarios que se está produciendo implica un fortalecimiento para el sector», añadió Uría. Los bancos españoles han reducido sus activos inmobiliarios en mayor proporción que otros bancos europeos, como consecuencia de los efectos de la crisis económica y la evolución de la economía.

Un ejemplo de ello es BBVA, que ha decidido reducir al mínimo su exposición al ladrillo, con la venta el pasado noviembre de su área inmobiliaria española al fondo de inversión Cerberus por 4.000 millones de euros. Esta operación fue «sumamente importante» para BBVA, ya que redujo su exposición «a una actividad ajena a su negocio principal», según valoró en el momento el consejero delegado de la entidad, Carlos Torres Vila.

Uría ha señalado que la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha tenido una importante contribución a este proceso. Esta sociedad, también conocida como «banco malo», fue creada con el objetivo de reducir los riesgos de las entidades financieras y liquidar de forma ordenada los activos inmobiliarios problemáticos en un período máximo de 15 años.

Sareb recibió casi 200.000 activos por valor de 50.781 millones de euros, de los que el 80% eran activos financieros y el 20% activos inmobiliarios. Las cuentas de resultados de las entidades bancarias se verán afectadas por la desinversión inmobiliaria de forma positiva, ya que implica menores requerimientos de capital y provisiones, además de «reducir los gastos asociados a la titularidad de este tipo de activos», ha concluido Uría.

Economía Digital

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