Los Cierco se meten en un nuevo lío (esta vez en Argentina)
El entorno de la familia Kirchner blanqueó a través de BPA parte del dinero público obtenido de manera ilícita durante su mandato
Un año y medio después de que Estados Unidos (EEUU) destapase la caja de los truenos en BPA (Banca Privada de Andorra), el apellido de la familia Cierco, antiguos administradores de la entidad, protagoniza nuevas investigaciones internacionales por blanqueo.
En esta ocasión, el origen de la sospecha está en Argentina y en el entorno de la familia Kirchner, quien supuestamente habría utilizado al banco andorrano para lavar parte del dinero público obtenido durante los años de gobierno de la saga peronista.
Las siglas de la entidad andorrana intervenida aparecen en un listado facilitado por siete bancos internacionales a la justicia estadounidense.
La investigación, solicitada por los fondos acreedores de la deuda del Estado argentino, revela cómo decenas de personas sacaron del país 500 millones de dólares (en torno a 445 millones de euros) hacia diferentes paraísos fiscales, entre ellos el principado de Andorra. Dicho dinero provendría en su mayoría de contratos públicos adjudicados a empresarios cercanos a los Kirchner.
Vínculos con el fraude
Esta conexión, en caso de confirmarse, se uniría a otros escándalos que vinculan al BPA con organizaciones mafiosas de Rusia y China o al cártel de Sinaloa, en México. En marzo pasado un informe de la consultora PwC, encargado por el gobierno de Andorra, reveló que el 3% de los clientes del banco –que representaban el 19% del negocio de la entidad– eran sospechosos de blanqueo de capitales.
Según publicaba este lunes el diario Clarín, uno de los principales movimientos que están siendo investigados proviene de la sociedad suiza Helvetic Services Group. Esta firma, utilizada por la familia del empresario Lázaro Báez, muy próxima a los Kirchner, habría enviado hasta 600.000 dólares (534.000 euros) a una cuenta del BPA.
La operación, realizada mediante tres transferencias de 200.000 dólares cada una, se ejecutó entre el 15 y el 23 de enero de 2008.
Una liquidación polémica
La liquidación del BPA por parte del gobierno andorrano ha sido objeto de numerosas críticas, especialmente por parte de sus antiguos propietarios –y los de su entidad asociada, Banco de Madrid–, que en marzo pasado demandaron al ejecutivo pirenaico por la gestión de dicha crisis.
