Mercadona ha iniciado, aunque de manera simbólica, la construcción de su nuevo centro logístico en Catalunya, que se ubicará en Abrera. El presidente de la compañía, Juan Roig, acompañado por el president de la Generalitat, José Montilla, y la alcaldesa del municipio barcelonés, Maria Soler, han puesto este viernes la primera piedra del equipamiento, que se empezará a construir el año que viene y se inaugurará en 2014. El centro será uno de los más modernos del mundo y en él trabajarán empleados altamente calificados.
La nueva instalación supondrá un salto de calidad en la logística y la distribución de Mercadona en Catalunya, porque en palabras de su presidente, Juan Roig el centro de Abrera “doblará la productividad del actual centro de Sant Sadurní d’Anoia”. Y aunque Roig lo decía porque todos sus procesos estarán automatizados (de ahí la necesidad de contar con empleados con conocimientos técnicos), también hay que contar con su ubicación.
Y es que Abrera es un municipio del Baix Llobregat, comarca donde confluyen las rutas viarias y ferroviarias que unen Catalunya de norte a sur y de la costa al interior. Mercadona se beneficiará también de este gran nudo de comunicaciones y podrá aprovisionar no sólo a sus tiendas catalanas sino también a algunas zonas de Aragón y la Rioja. La empresa conseguirá, pues, “aportar más valor con menos esfuerzo”, ha afirmado Roig, cuya defensa de la productividad es casi una obsesión.
La construcción del centro logístico de Abrera, que ocupará 200.000 metros cuadrados, costará 300 millones de euros. Unas 150 empresas, pequeñas y medianas, se encargarán de ejecutar las obras, que darán trabajo a más de 600 personas.
Con la nueva instalación, Mercadona incrementará aún más su peso en Catalunya. La empresa realizó en 2009 compras a proveedores por valor de 2.800 millones de euros; actualmente tiene 150 tiendas en la comunidad y aspira a tener 250 dentro de cinco años; da trabajo a 8.400 personas y quiere incorporar a su plantilla a 4.000 más hasta 2015.
