Puedes ahorrar luz y gas a pesar de la Navidad

Estas fechas cumbre no necesariamente provocan el encarecimiento de los recibos. Ordenamos los consejos para mantenerlos a raya en tres puntos: decoración, cocina y calefacción; sin olvidar que el sentido común será el principal aliado

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Abuso de la decoración

No es Navidad hasta que las ciudades se llenan de luces y los comercios de turrones. Las familias decoran cada rincón de su vivienda pero, ¿harán las luces navideñas que se disparen los recibos de la luz? Como cabe esperar, los lumínicos sí representan un aumento del consumo y, por tanto, de las facturas a final de mes.

Sin embargo, se pueden encontrar guirnaldas de bajo consumo gracias a las luces LED. Por otro lado, se debe ser responsable en su uso y ponerlas cuando realmente sean «necesarias». Así, por ejemplo, si no se está en casa es mejor apagarlas, tanto por el gasto innecesario de luz como por seguridad. Del mismo modo, si iluminan correctamente, tal vez no sea necesario tener otras luces auxiliares encendidas.

Control en los fogones

Una estancia que dispara su actividad estos días es la cocina. Tanto si se trata de una cocina eléctrica, como si es de gas, se han buscar pequeños trucos con los que evitar gastar más de lo necesario. Por ejemplo, hacer uso de la olla a presión permitirá cocinar más rápido y, por tanto, gastar menos. De igual forma, utilizar las tapaderas evitará que se pierda calor y la cocción será más ágil.

Si se aprovecha la ocasión para cocinar en el horno es importante no abrir la puerta de forma reiterada, ya que se pierde calor. Además, si se es hábil se pueden cocinar un par de platos a la vez, como podría ser el principal y el acompañamiento. En cualquier caso, ahorrar en luz y gas en la cocina es cuestión de ingenio porque, ¿quién dijo que no se puede utilizar el calor residual para darle el último punto a la comida mientras se ahorra energía?

El dilema de la calefacción

Más de una familia acaba enzarzada en discusiones sobre a qué temperatura se debería tener el termostato. Pues bien, la recomendación es mantenerlo en 21 grados. Además de haberse demostrado que es la temperatura más idónea para ahorrar energía sin pasar frío, se evitan los grandes contrastes con el exterior.

Como es obvio, no se pasará frío estando en casa con la posibilidad de poner la calefacción. Pero es importante tener en cuenta que el invierno no es una época para ir en manga corta.

En resumen, la forma de ahorrar es utilizar el sentido común. Además, siempre se pueden conseguir mejores precios aplicando los consejos habituales, tales como aprovechar las propuestas con discriminación horaria, así como contratar alguna de las mejores tarifas de luz y gas del momento.

Economía Digital

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