Al final sólo un candidato, Mediapro, que participa junto a la multinacional canadiense Axia, opta al operador neutro catalán de telecomunicaciones, después de que la Generalitat lo redujese a principios de agosto a una doceava parte de lo presupuestado.
Otras dos compañías que pujaban por el proyecto, Abertis y Telefónica, finalmente no han presentado propuesta de participación dentro del plazo para hacerlo.
Por lo tanto, la unión temporal de empresas entre Mediapro y Axia se adjudicará, si no hay novedad, el contrato, por veinte años, que ha quedado reducido a 68 millones, frente a los 800 millones previstos en la idea inicial. Se trata de un presupuesto más ajustado para la prueba piloto en Terres de l’Ebre: la gran red de telecomunicaciones que iba a unir a las 5.843 sedes de la Administración catalana se ha quedado en un operador de bolsillo.
El operador neutro era un proyecto que intentaba crear una red de fibra óptica en aquella parte de Catalunya no cubierta por las compañías existentes. Dicha red serviría, mediante alquiler para dar servicio a las empresas que no tuviesen red propia.
