Un pueblo de Gales imita las políticas fiscales de Amazon y Google para tributar menos

Los comerciantes del pueblo de Crickhowell, incentivados por un documental de la BBC, mueven activos intangibles al paraíso fiscal de la isla de Man y abren una rama comercial en los Países Bajos

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En Gales han dicho basta. Un grupo de pequeños comerciantes se han hartado de pagar impuestos a espuertas mientras que las grandes compañías globales, nombres conocidos de todo el mundo, no lo hacen o pagan mínimos ridículos en relación con su volumen de negocio.

Esto sucede en el pueblecito de Crickhowell, situado en una de las áreas más bellas del Reino Unido, Brecon Beacons, a la sombra de las llamadas Welsh Black Mountains.

Tenderos independientes de este coqueto núcleo de poco más de 2.000 habitantes han puesto en práctica los mismos sistemas que gigantes como Amazon o Starbucks. ¿Cómo? Han trasladado los domicilios fiscales de sus negocios a las llamadas zonas off shore, en concreto a la isla de Man —paraíso fiscal del Reino Unido con el beneplácito de la Unión Europea—, abriendo una división comercial en los Países Bajos. El único objetivo es aligerar la factura que les presenta el Tesoro británico. 

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Esta peculiar revuelta de pequeños y sufridos contribuyentes es, de hecho, parte de un experimento de cine documental que puede acabar convirtiéndose en ejemplo a seguir en muchas pequeñas ciudades de las islas, que luchan para cambiar leyes impositivas injustas.

Impuestos por montos ridículos

Estas leyes, por ejemplo, permitieron que durante el 2014 la multinacional Amazon, que tuvo unas ventas de 7.530 millones de euros, sólo pagara al Tesoro británico 16,9 millones. O Google, que con casi 5.000 millones de volumen de negocio, sólo liquidó 28,4 millones. Inclusive Starbucks, que desde 1998 (en que abrió su primera tienda en el Reino Unido) sólo ha tributado 12,9 millones de euros en concepto de impuesto de sociedades. Y eso que cuenta con 594 establecimientos en el país.

Todos estos gigantes, y otros como Apple, Caffe Nero o Facebook, son el ejemplo de cómo los vacíos legales en la legislación impositiva de los diferentes Estados, y ante la inexistencia de una unión fiscal europea, son utilizados para, en la práctica, defraudar a las haciendas públicas.

Eso sí, todo se puede hacer legalmente. Y siempre con el concurso imprescindible de despachos de abogados especializados que tienen su sede en la City de Londres, aunque también los hay en Gibraltar, otro paraíso fiscal epicentro global del juego online, incluso en Madrid o Barcelona. La discriminación en relación con otros ciudadanos es evidente. 

Revuelta popular

En Crickhowell todo comenzó con la campaña de movilización popular que impidió que un antiguo pub se convierta en un supermercado controlado por una de las grandes cadenas del país. El hecho llamó la atención de Renegade Pictures, productora de programas audiovisuales, que buscaba hacer un programa —el resultado será emitido por la BBC el año próximo— a partir de la experiencia de pequeños comerciantes que quisieran explorar las técnicas de evasión fiscal de las multinacionales y aplicarlas a sus propias empresas.

Dicho y hecho. Los detalles exactos de cómo lo han llevado a la práctica se darán a conocer en el programa de la BBC, pero la regla básica es conocida: traspaso de activos intangibles a la ya isla de Man y apertura de una rama comercial en los Países Bajos. La doble operación implica la creación de una sociedad que engloba, entre otros, al pastelero local, al carnicero, al panadero, al librero, al pescadero, al óptico y a otros propietarios de pequeños comercios. A grandes rasgos, así operan algunas de las grandes compañías mencionadas para evitarse el pago de impuestos.

Jo Carthew, propietario de la pescadería y productos ahumados Black Mountains Smokery, asegura «lo que queremos demostrar es que, en principio, las pequeñas empresas, si trabajan en coalición, podrían llegar a ser más eficientes en materia de impuestos mediante la imitación de las estrategias utilizadas por las multinacionales.»

Durante la filmación del documental, cuatro de los dueños de tiendas locales visitaron la isla de Man y Amsterdam. Irena Kovalev, de la óptica Crickhowell, comenta a ED que se apuntó a la experiencia por curiosidad, para levantar la voz ante lo que es una flagrante injusticia y que «la pregunta que me he planteado a posteriori es por qué el gobierno no está haciendo más para que esto no pase«.

Controles –insuficientes- del Gobierno

En este sentido, el departamento del Tesoro británico introdujo el pasado mes de abril el llamado impuesto Google, técnicamente una tasa sobre los beneficios desviados fuera del lugar donde se genera el negocio. Como parte de su política de lucha contra el tax avoidance —en inglés también se puede utilizar el término tax evasion, pero el primero es técnicamente legal y el segundo no— el ministerio de Economía también ha publicado las estimaciones de la brecha fiscal —diferencia entre el impuesto pagado y la cantidad que se debería pagar—: según estos datos, y siguiendo los esquemas del tax avoidance, las grandes compañías sólo han abonado 2.000 millones de euros de los 48.800 que habrían tenido que pagar en concepto de impuesto de sociedades.

Los participantes en el documental de la revuelta impositiva de Crickhowell aseguran que, más que ponerla en práctica, lo que pretenden es llamar la atención y dejar en evidencia tanto a las grandes multinacionales como al Gobierno.

Economía Digital

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