Angel Simón culpa a las administraciones de la subida del agua

El presidente de Agbar señala que la empresa sólo cobra el 34% de la factura

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El nuevo gobierno municipal en Barcelona, que dirige la alcaldesa Ada Colau, ha colocado el debate sobre la mesa: la posible municipalización del servicio del agua para, supuestamente, rebajar el precio. Pero, ¿cuál es la realidad? Ángel Simón, el presidente de Agbar, ha asegurado en una conferencia en la Cambra de Comerç que su empresa sólo cobra el 34% del total de la factura, y ha culpado a las administraciones de la subida en los últimos años, con una idea: «antes que cambiar cualquier servicio hay que saber si se será más eficiente, ese es el criterio que debería primar».

Los ingresos de Agbar han subido siguiendo únicamente, según Simón, el incremento del IPC, pero esa dinámica no se ha producido con el resto de agentes implicados en la factura. Con una factura media en la mano de 44,6 euros, «el 70% de los barceloneses paga menos de esa cantidad cada dos meses», Simón ha desgranado lo que cobra cada uno de los implicados. Si Agbar ingresa el 34% de esa cantidad, 15,4 euros, el 24% corresponde al Área Metropolitana de Barcelona; un 16% a la Agencia Catalana del Agua; un 14% a ATLL; un 5% al Ayuntamiento de Barcelona, y un 7% a la Agencia Tributaria en concepto de IVA.

La factura que cobra ATLL

¿Y que ha ocurrido? Simón ha explicado, con la presencia del consejero de Territori, Josep Rull, y una nutrida presencia empresarial, que el resto de implicados han subido sus ingresos de forma notable. «Pediría el mismo esfuerzo que hemos hecho nosotros al resto de componentes de la factura», ha afirmado.

Con sus datos en la mano, el precio de Agbar ha crecido un 9,4% respecto a hace siete años, mientras el IPC ha subido un 8,9%; el cánon del agua ha subido un 28,7%, y el precio de compra del agua a ATLL se ha duplicado. De hecho, en este último caso, el precio se disparó en 2013, con un crecimiento del 97% respecto a 2010; y ese mismo porcentaje creció en 2016 un 112,8%. Ese es el problema que ha apuntado Simón, y que hace referencia al conflicto jurídico que mantiene Agbar con la Generalitat, tras la venta de ATLL a Acciona.

Respecto a esa cuestión, Simón no ha querido entrar en más detalles, y ha recordado que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña le dio la razón a Agbar, y que ahora la empresa espera la sentencia definitiva del Tribunal Supremo, que espera «ganar». 

Modelo ideológico o eficacia

Con todas esas cifras en la mano, Simón ha reiterado que Agbar ha demostrado una gran eficacia en la prestación del servicio, y que se deberá ser responsable de cualquier modificación, como pretende hacer el Ayuntamiento de Barcelona, siguiendo un modelo ideológico que se ha querido imponer en otros municipios, como Terrasa. El presidente de Agbar ha recordado que el agua es un servicio municipal, pero que «si de lo que se habla es de querer gestionarlo directamente, como si uno se repara el lavabo cuando tiene una avería, lo que se debe mirar es qué es lo más eficiente».

Simón, en la Cambra de Comerç, junto a su presidente, Miquel Valls, ha aprovechado para explicar un estudio de la propia institución empresarial que ha dado cuenta del impacto económico de Agbar: supone el 0,42% del PIB catalán, con un total de 1.960 millones de euros, y más de 10.000 puestos de trabajo, la mitad de todas esas cifras se produce en el área metropolitana de Barcelona.

También, y en un claro mensaje al gobierno municipal, Simón ha señalado que desde 2012 existe un fondo económico para bonificar el recibo de las familias con menos recursos. Y en todos estos años se han visto compensadas unas 16.400 familias, que engloban a unas 50.000 personas, con unos 5,7 millones de euros «para garantizar el derecho al agua para las personas en riesgo de exclusión social».

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