CiU admite al PSC que se debe a los postulados de ERC

Los socialistas no votarán la resolución soberanista y esperan una reacción de Mas

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Una nueva reunión, y un nuevo desencuentro. Las cinco formaciones políticas que defendieron en las elecciones autonómicas el derecho a decidir se reunieron este lunes sin ninguna conclusión. No alcanzarán un acuerdo sobre la declaración soberanista que pretende aprobar el Parlament. Sobre el papel, se han hecho cesiones, por parte de todos, pero como ocurrió en las negociaciones del Estatut, la política catalana está impregnada de una visión a corto plazo, táctica, en función de los intereses partidistas. La resolución la defienden CiU, ERC e ICV, y no la secundan PSC y CUP –por razones distintas.

El caso es que el PSC buscaba un acercamiento con CiU, posible y necesario para ampliarlo a otras esferas. Pero los propios dirigentes de la federación nacionalista admiten ante los socialistas, según diversas fuentes, que se deben a los postulados de Esquerra –perdieron 12 diputados en las elecciones–, y que los republicanos no aceptarán una declaración que se acabe reduciendo a una defensa del derecho a decidir, con la coletilla de que debe ser siempre dentro de la legalidad.

Disciplina de voto

La decisión de la dirección del PSC, que quiere seguir negociando hasta el último instante, puede provocar un cisma interno, en el grupo parlamentario, aunque se ha comenzado a establecer un cierto consenso entorno a la propia resolución socialista. Pese a todo, nadie descarta que se rompa la disciplina de voto.

Los sectores más catalanistas del PSC, incluso, entienden que las declaraciones del presidente de ERC, Oriol Junqueras, han llegado demasiado lejos. Por ello, la presión se ha desviado hacia el presidente Artur Mas, para que reaccione y vea que no puede seguir corriendo en la dirección que le marca Esquerra. Prueba de ello, se asegura, es que en los últimos sondeos, –el último el de Gesop, publicado en El Periódico— CiU podría perder diez diputados más, en beneficio de ERC. Así que la operación de Mas podría perjudicar seriamente los propios intereses de CiU.

La irritación del PSOE

Las diferencias en el texto de la declaración se pueden concretar. El PSC no quiere que se reconozca Catalunya como un “sujeto político y jurídico soberano”. Es cierto que eso irrita al PSOE, pero los propios dirigentes del PSC rechazan ese postulado, porque entienden que la idea inicial era constatar que el Parlament reconoce el derecho a decidir, y que la respuesta final, la deben ofrecer los propios ciudadanos, defendiendo el proyecto político que crean más conveniente.

También sostiene el PSC que ese referéndum se deberá celebrar en el marco de la legalidad vigente.
Pero todo ello no es lo más importante. En el PSC hay voces que lamentan, como uno entre muchos ejemplos, que en estos momentos el partido no debata ni se pronuncie sobre lo que está ocurriendo en la planta de Nissan de la Zona Franca, con un conflicto entre empresa y sindicatos que puede perjudicar de forma definitiva a los trabajadores.

La gran operación, en Madrid

A su lado, de forma paradójica, aunque sus dirigentes no lo demuestren públicamente –otra de las características de la política catalana– está CiU. Los dirigentes de la federación han comenzado a reaccionar. Lentamente. Y ven que no habrá otra salida que la negociación con el Gobierno español de Mariano Rajoy.

Y, sí, la votación del miércoles en el Parlament es necesaria –existe un acuerdo de estabilidad parlamentaria con ERC– pero pocos días después, la operación que se iniciará con gran determinación es intentar un gran acuerdo con Madrid, que involucre a los dos grandes partidos, al PP y también al PSOE –con el concurso del PSC– para paliar la situación económica de Catalunya. “No queda otra, y todos se han puesto a trabajar sobre ello”, asegura un dirigente de CiU, en relación a la cúpula de CiU en Barcelona y en Madrid.

Primer paso de Rajoy

El gran problema es saber si el PP está dispuesto también a reaccionar. Y lo hace, pero también lentamente. En el comité ejecutivo del PP, Mariano Rajoy aseguró que está dispuesto a establecer “un diálogo franco” con Catalunya, que pasa, como primer paso, por una negociación sobre un nuevo modelo de financiación. Es lo que piden a gritos las patronales y las entidades financieras catalanas.

Pero todo eso es todavía un deseo. El miércoles lo que habrá es una resolución en el Parlament sobre el derecho a decidir.

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