Colau pone también en pie de guerra a los okupas

Los hoteleros, los restauradores, los comerciantes, el Ejército… Ada Colau se ha granjeado la antipatía de amplios sectores de la sociedad. Ahora, ha puesto en pie de guerra a un grupo con el que mantenía buenas relaciones antes de llegar a la Alcaldía, los okupas. Este movimiento se manifestó el lunes contra la alcaldesa de Barcelona después de que el Ayuntamiento desalojase el edificio de Tranformadors en el Eixample.

El inmueble, que es de propiedad municipal, estaba vacío cuando se procedió al desalojo amparado por una orden judicial, según informó el Ayuntamiento en un comunicado. Transformadors, ubicado en el número de la calle Ausiàs March, fue ocupado el pasado julio. El Ayuntamiento inició un proceso judicial para recuperarlo y, al mismo tiempo, puso en marcha un proceso participativo para que vecinos decidan cuál debe ser su uso.

Construcción de un casal de barrio

Ahora, tras escuchar a los ciudadanos, Colau propone usar la finca como un casal de barrio de  500 metros cuadrados, que contará en los dos primeros pisos con una sala polivalente, un espacio de acogida, dos salas grandes y dos medianas y otras dos salas de reuniones. La tercera planta, de 160 metros cuadrados, se convertirá en un área para la tercera edad, mientras que el ático y la planta baja se destinarán a la juventud.

Pero todos estos planes no han gustado nada a los okupas que se sienten desamparados por Colau. Por eso, el lunes por la tarde se manifestaron ante el Ayuntamiento del distrito del Eixample en la confluencia de las calles Bruc y Aragó lamentado que el Consistorio les haya desalojado y que no les permita poner en marcha su proyecto «cultural» en el edificio de Transformadors. La protesta, que fue vigilada por la Guardia Urbana, se desarrolló sin incidentes.