Convergència ‘perdona’ ahora a  Duran porque siempre ha defendido el proceso

Mas impone en la ejecutiva de CDC cerrar el caso, aunque el partido le pide “compromiso y respeto”

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El nombre de Josep Antoni Duran Lleida causa en Convergència una mezcla extraña de respeto, perplejidad y sonrisa. Aunque el momento de la verdad se acerca, en la sede de CDC no se considera que el líder de Unió acabe tomando una decisión drástica. Y, en la reunión de este jueves, la permanente de Convergència –la dirección más restringida– ha querido ‘perdonar’ a Duran por haber minusvalorado a Josep Rull, el secretario de organización convergente.

Tras la reunión, a primera hora de la mañana de este jueves, Josep Rull y Lluís Corominas –mientras algunos dirigentes como Xavier Trias y Santi Vila seguían debatiendo ya en la calle Corsèga la situación del partido– han justificado que, de nuevo, no pase nada en CiU.

Ganar tiempo

La federación nacionalista lleva muchos años con forcejeos constantes. Y ahora, en pleno proceso soberanista, y cuando se deberán tomar decisiones –tras las elecciones anticipadas al Parlament, como una posible declaración unilateral de independencia– se ha optado por ganar tiempo.

El discurso de Duran en el Congreso, desmarcándose del Gobierno, en la votación de la ley de abdicación del Rey Juan Carlos; el artículo en La Vanguardia, en el que mostraba sus quejas por la falta de diálogo del Presidente Mariano Rajoy, y las explicaciones ante los medios de comunicación en Madrid, han satisfecho a la dirección de CDC.

Rull ha dejado en nada sus comentarios del pasado lunes en los que pedía a Duran, que si renunciaba a la secretaria general de CiU también debía abandonar su cargo como portavoz de CiU en el Congreso. Duran respondió que “sin duda” seguiría como portavoz, y que esos comentarios los había expresado “una persona” de CDC, pasando por alto que esa persona, Rull, ejercer, en la práctica, de secretario general de Convergència.

El obstáculo Duran

“Con el discurso en el Congreso, con el relato que ha manifestado, que es lo que cuenta, se da por cerrado el asunto”, ha asegurado Rull.

En la ejecutiva se ha impuesto, por tanto, el criterio de Artur Mas, poco partidario ahora de abrir un frente con Duran, aunque ganas en Convergència no faltan. El propio Rull considera que Duran sigue siendo un problema electoral de primer orden para CiU, porque resta credibilidad a la apuesta soberanista, y ello beneficia a Esquerra Republicana, que ha cobrado toda la legitimidad en ese campo.

Eso sí, tanto Rull como Corominas le han pedido a Duran que mantenga su compromiso “al cien por cien” con el proceso soberanista y “respeto” a los dirigentes de CDC.

¿Y qué hará Duran? Convergència expresa “respeto absoluto a la decisión que pueda tomar”, en palabras de Rull, con la convicción de que, de nuevo, no pasará nada.

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